bilbao - Nadie cuestiona la necesidad de renovar el Acuerdo de Gestión firmado en 1994 entre la Fundación Solomon R. Guggenheim de Nueva York y el Guggenheim Bilbao, que expira el próximo diciembre. A pesar de la desconfianza que generó en un principio en algunos sectores de la sociedad vasca, las cifras económicas no dejan margen para la equivocación. Desde su apertura en 1997, han pasado por el museo más de 16,6 millones de personas, el número de visitantes extranjeros se ha consolidado entre un 60 y un 65% y el gasto directo generado en Euskadi ha sido de más 3.173 millones de euros, 37 veces más del coste de construcción del museo diseñado por Frank Gehry, que fue de 84 millones.

Sin embargo, desde la pasada legislatura se ha producido un gran debate sobre los términos en los que debe se sellado el futuro acuerdo. Las negociaciones entre la Diputación de Bizkaia y el Gobierno vasco -ambos socios de gobierno del museo- y la fundación neoyorquina se han llevado con una total discreción. Será hoy, a partir de las 17.00 horas, cuando el Patronato del Guggenheim -compuesto por representantes de las administraciones vascas y de entidades privadas que conforman el máximo órgano de representación del Guggenheim- analizará los últimos detalles de la negociación del acuerdo, que se encuentra ya muy avanzado y que será firmado durante las próximas semanas.

Ha pasado ya un año desde que las administraciones vascas viajaron a Nueva York para trasladar a sus socios neoyorquinos “el deseo firme de apoyar y prorrogar de mutuo acuerdo y a largo plazo el convenio que une a las instituciones vascas y a la Fundación Solomon R. Guggenheim, y que ha dado resultados excelentes”. También la Solomon R. Guggenheim quiso dejar claro que no quiere prescindir de su socio bilbaino. El director de la Fundación, Richard Armstrong, mostró en dicha reunión el interés por renovar con Bilbao y destacó el “enorme valor” de la pinacoteca bilbaina. Armstrong aseguró que la colaboración con el Museo Guggenheim Bilbao “ha sido un éxito sin precedentes”.

Pero, el acuerdo tendrá que readecuarse a los tiempos actuales, como explicó el lehendakari Iñigo Urkullu, ya que el anterior fue rubricado en 1991, antes de conocer el funcionamiento y el impacto de la puesta en marcha del museo. También la diputada de Cultura, Josune Ariztondo, lo explicó en Juntas Generales: “Han pasado 19 años desde que se firmó y, evidentemente, hay cosas que han cambiado. Así lo preveía el propio acuerdo que contempla ese carácter evolutivo. Durante este tiempo, el museo bilbaino se ha ganado un lugar, una identidad y un reconocimiento internacional que casi nadie discute”, explicó.

El lehendakari también quiso tranquilizar al Parlamento vasco, garantizando que “asume” las conclusiones de la ponencia que la pasada legislatura sacó sobre la renovación de ese vínculo. En ella, se pedía más autonomía para el museo bilbaino y una mayor presencia del arte vasco. El Guggenheim cuenta con 128 obras en su colección propia, que parte cronológicamente desde la segunda parte del siglo XX. El 30% pertenece a autores vascos.

El museo de Bilbao tiene dos acuerdos con la Fundación de Nueva York; por una parte, el Acuerdo de Servicios de desarrollo y programación para el Museo, firmado en diciembre de 1991, que tiene una vigencia de 75 años. Y el Acuerdo de Gestión, firmado en 1994 y que expira en diciembre de este año. En este convenio se recogen los detalles sobre la planificación y la coordinación del museo de Bilbao con el resto de museos de la red Guggenheim, que incluye a los de Venecia, Nueva York y el que se abrirá en Abu Dhabi.

efecto guggenheim El efecto Guggenheim se estudia en muchas facultades del mundo y más de cien ciudades se han dirigido a la Fundación Guggenheim de Nueva York para solicitar un museo como el de Bilbao.

Como todo fenómeno de éxito, el Museo genera polémicas y reflexiones. Cuando el proyecto se hizo público, muchos artistas locales se manifestaron públicamente en contra. A pesar que desde fuera de la comunidad artística se podría pensar que el proyecto de implantación de un museo de una firma internacionalmente reconocida como la Fundación Guggenheim sería positivo para la inyección de fuerza en una escena local aletargada por la crisis, muchos artistas vascos vieron en el proyecto una amenaza de colonización cultural yanqui. Oteiza llegó a calificar el proyecto como “genocidio cultural”. En la actualidad, el museo celebra sus veinte años de relación con la matriz neoyorquina convertido no solo en un importante motor económico para Euskadi, sino también en un imán para el turismo y una cita indiscutible del panorama artístico mundial. Consciente de la importancia de una programación artística potente para reforzar el papel tractor del museo, la Diputación Foral de Bizkaia ha incrementado este año en 2 millones su aportación habitual, que irán destinados íntegramente a las exposiciones.

Precisamente, una vez finalizada la reunión del Patronato, se inaugurará oficialmente una de las exposiciones estrellas del otoño, que servirá además para celebrar los 20 años de acuerdo con Nueva York: El arte de nuestro tiempo. Obras maestras de las Colecciones Guggenheim, que evoca la exposición con la que fue inaugurado el Museo en 1997. La muestra refleja el desarrollo de los fondos artísticos de la Red Guggenheim y evidencia la evolución y madurez del Museo Guggenheim Bilbao, convertido a lo largo de estos años en un referente internacional.

El conjunto recorre la historia del arte europeo y norteamericano de los últimos cien años a través de una serie de piezas únicas e imprescindibles. La primera parte de esta macroexposición, que se ha organizado fundamentalmente de manera cronológica, fue inaugurada el 23 de septiembre y hoy será abierta la segunda parte de la muestra. En la segunda planta, serán exhibidas obras de los fondos del Guggenheim Bilbao, de artistas como James Rosenquist, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Rauschenberg, Twombly, Rauschenberg. Joseph Beuys y Anselm Kiefer, Alex Katz, Miquel Navarro, Boltanski y Sol LeWitt.

El recorrido concluye en la primera planta con algunas de las adquisiciones más recientes de las Colecciones Guggenheim. Se podrá ver una selección ?de obras de países como Camboya, China, Ghana y Corea, así como de Europa y Estados Unidos, que refleja el interés creciente de la institución por la producción artística a escala global.