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Velada de barbas folkies en el BBK Live

Band of Horses y The Lumineers triunfaron tras el rock urbano de Los Enemigos en la última noche

Velada de barbas folkies en el BBK LiveFoto: J. M. Martínez

bilbao - La tarde y el arranque de la noche de ayer, la última jornada del BBK Live, sobresalió por sus contrastes musicales. A la espera del cabeza de cartel, The Black Keys, que no habían salido a escena al cerrar esta edición, las 40.000 personas que paseaban sus pulseras por el recinto vivieron con placer el folk rock indie y barbudo de Band of Horses y el más acústico y mayoritario de The Lumineers. El relevo se lo dieron los veteranos y rockeros Los Enemigos.

Sí, Los Enemigos. El grupo madrileño está de vuelta? y en buena forma, según demostró en Kobetamendi desde que Josele (con barba) y lo suyos ocuparon el escenario principal, a las 20.00 horas y con su logo con la raspa de pescado al fondo. A lo grande. Siempre lo fueron, únicos en su especie y letras. Josele ya no tiene que peinarse (tampoco lo hacía con pelo) y su lugarteniente a la guitarra, Manolo Benítez parecía clavado al entarimado, pero su legado sigue vivo en clásicos como Yo, el rey, John Wayne, La cuenta atrás o Desde el jergón, que fueron seguidas por un público pasota. El cuarteto, que tiene a punto un CD con temas inéditos, demostró oficio (más callos que un baserritarra) y un repertorio excelso (más para el Azkena que el BBK Live) y “sin carnaval” que homenajeó a Lou Reed, Serrat y, como siempre, a Rosendo.

Les siguió Band of Horses y el rock dejó paso al folk estadounidense de ribetes de country y también del indie eléctrico de los 90. La voz personal de su barbudo líder, Ben Bridwell, y su melancólico repertorio lograron buena respuesta del público, que reconoció clásicos como My funeral, que sonó en la recta final, Is there a ghost o el gran baladón No one’s gonna love you. El público, numerosímo, degustó tanto sus bellas armonías vocales con ecos de Crosby, Stills, Nash & Young como los pasajes más eléctricos y hedonistas de uno de los conciertos importantes del año.

El relevo folkie lo tomó The Lumineers, un grupo que, con un único CD y el apoyo de las radiofórmulas, ha pasado de tocar en garitos a festivales multitudinarios. El trío liderado por Wesley Schultz (guitarra y cantante) exprimió a conciencia, escasez de arreglos, volumen justito y en formato acústico, todo su repertorio; tiró de versiones (incluida Subterranean homesick blues, de Dylan) y unas percusiones todo naturalidad y arreglos de cello, encandiló hasta a los indies, que aplaudieron con Ho hey y Flowers in your hair. Buen rollo, pero el escenario se les quedó enorme. - A. Portero