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Combatir la reventa, principal inquietud de la organización del Bilbao BBK Live

El operativo especial de este año contará con una flota de 35 autobuses y un acceso peatonal para evitar aglomeraciones

Combatir la reventa, principal inquietud de la organización del Bilbao BBK LiveP. VIñas

Bilbao - El decálogo de consejos para los asistentes al Bilbao BBK Live cuenta este año con una significativa advertencia: “Cuidado con los bonos y entradas falsas. Cada entrada lleva un código único y no replicable que valida su autenticidad”. El recelo de la organización no es intrascendente. Desde que hace tres semanas se anunció que el festival había tocado techo al liquidar las 120.000 entradas que tenía en venta -40.000 para cada día-, los mediadores que se anunciaban en las páginas web de artículos de segunda mano hacían su agosto con la reventa de entradas. “Vendo un cacahuete y regalo dos bonos para el festival BBK Live para los 3 días sin acampada. Se vende por 550 euros los dos en total. El precio es negociable”. Así rezaban muchos de los anuncios que se podían encontrar en la Red, en los que los anunciantes aprovechaban la alta demanda de aquellos melómanos que se habían quedado sin bono para asignar a las entradas precios abusivos -el pase de tres días comenzó a venderse por 95 euros en los canales oficiales-.

Con el fin de atajar la problemática que supone la adquisición de entradas por vías fraudulentas -muchas de ellas no suelen ser originales-, Last Tour International, la promotora encargada de organizar el festival, anunció el pasado viernes que pondría a la venta 600 entradas más a un precio de 121 euros. 300 de esos bonos se vendieron ayer en la oficina de información habilitada expresamente en la Sala BBK y otros 300 pudieron obtenerse a través del canal on line del festival. En dos horas y media se agotaron todas las entradas, con colas a primera hora en la Gran Vía y sin ninguna incidencia en la web. A pesar de que el festival vuelve a colgar el cartel de sold out, la actuación de Last Tour ha provocado una reacción sintomática: tras comunicar la reemisión de bonos, las webs que anunciaban las entradas han bajado los precios en picado y, ayer mismo, podían encontrarse anuncios de bonos por 130 euros.

¿Y qué pasa con las entradas que ya se han vendido mediante los canales no oficiales y que previsiblemente seguirán vendiéndose hasta que se celebre el festival? Uno de los temores de la organización está basado en el conocimiento de que muchas de esas entradas que se revenden suelen estar falsificadas. “Hemos detectado bastantes entradas falsas. Hay gente que se dedica a fotocopiar y duplicar entradas cuando el código de barras es único”, advirtió ayer Alfonso Santiago, portavoz de Last Tour durante la presentación del operativo especial que el Ayuntamiento de Bilbao llevará a cabo en la novena edición del festival. “Otros años también han pasado este tipo de cosas, venía gente de fuera a la que le habían vendido entradas falsas, pero llegaban a tiempo para comprar entradas originales. Este año los problemas se van a multiplicar en ese ámbito”, prevé Santiago. Con intención de erradicar dicho contratiempo, el portavoz de Last Tour recomienda a los asistentes comprar las entradas por los canales oficiales y acceder al recinto lo más pronto posible.

Evitar aglomeraciones

Al margen de las complicaciones que supone el comercio ilegal de pases, todo está preparado para que a partir del jueves el parque de Kobetamendi acoja una de las citas más importantes para los amantes de la música. Como cada año, el Ayuntamiento de Bilbao pondrá en marcha un importante operativo de tráfico, seguridad y limpieza. El récord de asistencia, en este caso, señala como uno de los objetivos primordiales la necesidad de evitar aglomeraciones. Con ese fin se ha facilitado el acceso peatonal al recinto festivo, mediante un recorrido de 2,2 km. Se trata de “una alternativa que gana terreno año a año”, según José Luis Sabas, concejal de Obras y Servicios.

Asimismo, la organización dispondrá “de un servicio lanzadera formado por 35 autobuses que funcionarán de manera ininterrumpida a lo largo de todos los días del festival desde los dos puntos habituales”, señaló Asier Abaunza, edil de Circulación y Transportes. Los autobuses partirán desde el BEC, cerca de la parada de metro Ansio, y desde las inmediaciones de la estación Termibus-San Mamés, concretamente en la calle Capuchinos de Basurto. Como cada año, la organización recomendó subir a Kobetamendi lo antes posible, ya que a partir de las 16.00 los autobuses solo subirán hasta la antigua fábrica de Beyena y los asistentes deberán subir a pie los 800 metros que restan hasta llegar al recinto.

Las restricciones circulatorias para vehículos privados serán desde las 8.00 del miércoles hasta las 16.00 horas del domingo, de forma que solo podrán pasar por Kobetabidea los vehículos autorizados, transportes públicos y vecinos acreditados. Asimismo, se cerrará el área de acogida municipal de autocaravanas en Kobetamendi, por lo que a cambio el consistorio ha habilitado un servicio de parking gratuito para autocaravanas durante los dos días del festival en la margen derecha del Canal de Deusto, con un aforo aproximado de 60 plazas.

En cuanto al operativo de seguridad, habrá unas 140 personas que se encargarán de proteger a los asistentes tanto dentro del recinto como en el espacio circundante. Además, Kobetamendi dispondrá de un Centro de Coordinación de Seguridad con personal de bomberos, protección civil y sanitario, que velará por la protección de todos los asistentes. Con el fin de facilitar la labor de todo los trabajadores, Tomás del Hierro, concejal de Seguridad, rogó a los asistentes que atiendan “las indicaciones del personal de seguridad y la policía municipal”.