getxo - Disfruta tanto con Red Hot Chili Peppers como con Rachmaninoff y cuenta que Frank Zappa ha sido “un icono” para ella, lo que evidencia el carácter aperturista de la pianista japonesa Hiromi Uehara, una joven pero enérgica y muy valorada intérprete de jazz-fusión que reconoce deudas con Oscar Peterson y Chick Corea. Hiromi actuó el viernes, en el XXVIII Festival Internacional de Jazz de Getxo.
Sus primeros pasos se inscribieron en la música clásica, pero luego la abandonó por el jazz.
-Nunca he pensado en el hecho de que la música que interpreto sea jazz, ya que solo hay dos géneros musicales en los que creo: la música que me mueve y emociona, y la que no.
¿Cómo se logra firmar un contrato de grabación antes incluso de finalizar sus estudios en la Berklee College of Music de Boston?
-En Berklee trabajé la composición y los arreglos, principalmente, y al profesor con quien estudiaba arreglos le apasionaron mis arreglos de cuerda en el proyecto que realicé. Por ello, me animó a que presentara dos canciones originales con arreglos propios y se las llevé en un CD. Cuando las oyó me preguntó que quién interpretaba el piano en ellas, ya que solo me conocía como arreglista, y al decirle que era yo me puso en contacto con Ahmad Jamal (pianista legendario y una de las principales influencias de Miles Davis). El me oyó y me presentó a la compañía.
Solo interpreta el piano pero creo que también es una apasionada del sonido de la guitarra y que, incluso, es su instrumento favorito. ¿Y eso?
-Probablemente se deba a que adoro la música de Frank Zappa. Ha sido mi icono durante muchísimos años.
Todo el mundo, incluidos los críticos, destacan siempre la energía que despliega en sus actuaciones. ¿De dónde proviene y cómo la utiliza en el proceso compositivo?
-Compongo desde que tengo seis años y es una faceta a la que le pongo mucho amor y pasión. Esa energía de la que se habla puede deberse a ello. Y trato de escribir, buscar ideas y componer cada día. Soy una persona bastante curiosa.
Su carrera es modelo de fusión. Incluso ha compuesto suites como ‘Scapism’.
-Eso es porque amo toda la música, no importa el estilo de que se trate. A mí me sirve cuando logra conmoverme.
Su técnica no admite dudas. ¿Es suficiente con ella o debe ir acompañada de la emoción?
-Por sí misma, la técnica no es suficiente, tiene que haber emoción. Yo nunca he interpretado música sin sentirla, sin emoción.