LONDRES - Una primera edición de La importancia de llamarse Ernesto de Oscar Wilde, que él mismo dedicó al gobernador de la prisión en la que estuvo confinado, se vendió ayer en Londres por 55.000 libras (69.000 euros). El dramaturgo y poeta irlandés se lo regaló en 1899 a James Nelson, administrador de la cárcel de Reading (sur de Inglaterra), donde estuvo encarcelado por "indecencia grave y sodomía", porque este le había permitido volver a leer y a escribir en su segundo año de reclusión.
La obra, adjudicada en una subasta de Bonhams, es la número trece de cien copias de la divertida comedia La importancia de llamarse Ernesto, el último trabajo que escribió Wilde antes de ser condenado en mayo de 1895 y con el que cosechó mucho éxito. - Efe