Cannes - El realizador turco Nuri Bilge Ceylan se posicionó ayer como un fuerte candidato a la Palma de Oro de Cannes con Winter Sleep, una historia de amor basada en varios cuentos de Chejov con la que el cineasta se dirige "al alma del espectador", según sus propias palabras. "Si en mis películas puedo inyectar algunos sentimientos en el alma de la gente, es un éxito. Si los espectadores pueden aprender a tener un poco más de vergüenza por ciertas cosas, es algo bueno", explicó el realizador en la presentación de una película que compite en la sección oficial del certamen francés.

Muy bien recibido en el festival, es un filme que puede exasperar por su lentitud y sus tres horas y cuarto de metraje, pero que también puede deslumbrar por su belleza y por la delicadeza con la que está tratada la relación de la pareja protagonista. Es un director habitual de Cannes, donde consiguió en 2003 el Gran Premio del Jurado por Uzak; en 2008 el de mejor director por Tres monos y en 2011 de nuevo el Gran Premio del Jurado por Érase una vez en Anatolia. Ceylan llega en esta 67 edición con una historia con muchos más diálogos que en sus trabajos anteriores. "He utilizado diálogos bastante literarios, algo habitual en el teatro pero más arriesgado en el cine", admitió el director. Incluye pasajes de Chejov que no quería modificar, por lo que sabía que necesitaba a un actor de teatro, que pudiera cargar con ese peso. Y lo encontró en el veterano Haluk Bilginer, que en la película interpreta a un actor retirado que regenta un hotel en la Capadocia turca, junto a su joven esposa y su hermana.

Según reconoció el director, la escritura del guión le costó mucho tiempo y discusiones con su esposa, Ebru Ceylan, coautora de la historia. "Es un filme un poco lento con muchos diálogos (...) Discutí mucho con mi mujer porque no quería dejar nada fuera y al final está todo ahí".

símbolos Tanto Ceylan como Bilginer y las otras dos actrices protagonistas de la historia, Melisa Sozen y Demet Akbag, portaban lazos negros en señal de duelo por la reciente catástrofe minera en su país, con más de 300 muertos.

No fue la única reivindicación social que se manifestó ayer en la glamourosa alfombra roja de Cannes. La actriz mexicana Salma Hayek se unió a la campaña internacional para exigir la liberación de las 200 niñas secuestradas en Nigeria, para lo que mostró una hoja en la que estaba escrito el eslogan Bring back our girls (Devolvednos a nuestras niñas, en inglés). Hicieron lo propio otros asistentes a la jornada de ayer en Cannes, como la directora Lisa Azuelos y la actriz Julie Gayet. Hayek y Gayet forman parte del elenco del filme Saint Laurent, estrenado ayer en el festival y que narra la vida del modisto, cuya casa de modas pertenece ahora al grupo Kering, presidido por François-Henri Pinault, marido de Hayek. También ayer presentó película el director manchego Pedro Almodóvar, con la cinta Relatos salvajes. - Efe