bilbao - Eslabón entre la música de Oriente y Occidente, Omar Faruk Tekbilek es el músico turco más internacional desde hace años. Desde su residencia en la cosmopolita Nueva York, ha logrado llevar su "música étnica del Mediterráneo" a medio planeta. Este martes, con el apoyo de un quinteto de músicos, hará un recorrido por su carrera en el Teatro Arriaga de Bilbao. "Mi música es como una oración en la que trato de llevar al oyente hacia niveles celestiales superiores", asegura en esta entrevista.

Creo que la pasión por la música le viene desde la niñez. ¿Cómo se introdujo en ella y a través de quién?

-Sí, aprendí en la familia, ya que tenía dos hermanos mayores que tocaban el kaval (flauta turca) y el baglama (saz o mandolina). Me encantaba el sonido de ambos cuando los tocaban, así que cuando cumplí los 9 años aprendí a dominarlos simplemente observando a mis hermanos. A los 11 años tuve mi primer profesor de música.

Usted nació en Adana, una ciudad a caballo entre el Este y el Oeste, ¿cómo influyó en su aprendizaje y en sus gustos musicales?

-Resultó una gran ventaja en aquel tiempo, ya que me permitió escuchar música arábiga, persa, india, griega, española y norteafricana al mismo tiempo. Es algo que he llegado a apreciar aún más con el paso del tiempo.

Vive en Nueva York, una ciudad sin demasiados prejuicios. Resulta lógico, parece el contexto ideal para su música, fiel a la tradición folclórica turca pero abierta a instrumentos occidentales.

-Como músico contemporáneo y del siglo XXI, siempre busco añadir nuevos elementos a la tradición de mi música étnica, pero sin olvidar incluir los sonidos de la naturaleza de mi tierra. Todavía mantengo ese carácter original en mi música.

Los músicos huyen de las etiquetas. De usted se dice que compone música folk turca, sonidos étnicos y hasta 'new age'?

-Ya? yo lo llamo música étnica del Mediterráneo con raíces en Anadolu.

Sé que le gusta el flamenco. De hecho, en composiciones suyas como 'Red skies' se advierte esa pasión.

-Es cierto. El flamenco, y su alma, el guitarrista Paco de Lucía, a quien Dios bendiga siempre, han tenido siempre un lugar importante en mi corazón.

¿Las melodías exóticas y una percusión marcada son las dos patas en las que se asienta su música?

-Sí, especialmente las percusiones orgánicas, interpretadas con instrumentos reales. Pero también las melodías, que son muy importantes pero no tienen por qué ser exóticas. Basta con que creen sentimientos en mi corazón y provoquen lágrimas en mis ojos.

Su música desprende misticismo y espiritualidad. ¿Es un hombre religioso?

-Me considero un ser humano más espiritual que religioso.

¿La música puede acercar a Dios?

-Yo defiendo que la música es como una oración y comparto una de las citas del gran músico sufí Hazrat Inayet Khan, que dice "aquel que insiste y prosigue en el camino de la música, al final logra la más alta perfección".

Creo que en Bilbao interpretará su disco 'Longing' y el reciente 'Dance for peace'.

-Ambos discos son trabajos recopilatorios, una selección de mis diez discos previos. En el segundo, integré todas las canciones sufí que había grabado, y en Longing las composiciones más románticas y suaves.

Tiene un tema titulado 'Imaginary traveler'. ¿Es esa su intención principal, hacer que el oyente pueda viajar sin moverse de un sillón con sus conciertos y sus discos?

-Exacto, siempre he querido con mi música llevar a la audiencia hacia niveles celestiales superiores donde puedan experimentar la unidad de las almas humanas. Así podrán olvidar su vida diaria y cotidiana durante ese periodo de tiempo.