BILBAO - Dentro de tres semanas el edificio de Ricardo Bastida acogerá la segunda edición del festival 3, 2, 1, que bajo el lema de Encuentro internacional de nuevas formas escénicas tratará de tender puentes entre artistas consagrados y emergentes. No es éste el único objetivo del evento, tal y como señalaba ayer en rueda de prensa Fernando Pérez, responsable de la programación cultural de la Alhóndiga. "Queremos que 3, 2, 1 sea una bisagra entre creadores y el público con una programación creativa. No sólo queremos proponer teatro, danza o arte plástico de una forma convencional, sino que pretendemos plantearlo de forma múltiple desde el punto de vista artístico", aclaró. Las disciplinas "no son estancas", advirtió, porque el teatro "no es solo palabra y acción, sino que a veces también es danza o un audiovisual".

Así, del 26 al 31 de mayo se darán cita en la Alhóndiga diferentes propuestas artísticas que revisan la performance, la danza y el teatro actual; tres disciplinas que se relacionan entre sí y con otras artes y que plantean temáticas, conceptos y sinergias de una forma diferente.

En la presentación de ayer confluyeron la directora de AlhóndigaBilbao, Lourdes Fernández, la directora de MOV-S Mercat de les Flors, Natalia Balseiro, la directora del Instituto Etxepare, Aizpea Goenaga, y la de Promoción Cultural del Gobierno vasco, Clara Montero, además del propio Fernando Pérez.

Lourdes descubrió el porqué del nombre del festival (3, 2, 1), y dijo que se llama de esta forma "para que no se alargue en el tiempo", y obligue así a los organizadores a "hacer una reflexión cuando llegue el 1", que será en 2015, para saber si merece la pena continuar o si hay que desestimar una cuarta edición.

el ojo del cíclope Con motivo del evento, el atrio de la Alhóndiga se transformará en la cueva del cíclope con El ojo de Polifemo, una instalación hinchable con forma de ojo en la que ocurrirán cosas "dentro y fuera". De entre la extensa oferta, Pérez destacó también el espectáculo Atlas, que reúne en el escenario a cien personas de diferentes profesiones, construyendo "un atlas de la organización social humana".

Además, se han organizados talleres de composición y curaduría, y también se van a presentar nuevos prototipos de gestión en artes en vivo y proyectos escénicos de los artistas que operan en Euskal Herria.

En la pasada edición participaron alrededor de 6.000 personas, con una importante presencia de programadores estatales y europeos.