bilbao - Compositor y cantante, Fernando Saunders compartió escenarios con Lou Reed tocando el bajo durante tres décadas. Enamorado de Euskadi, de su comida y amigo de músicos como Ruper Ordorika y Rafa Rueda, el estadounidense ya ha iniciado una gira vasca que arrancó en Modelo Aretoa, en Zarautz, y se ha extendido en Baluarte (Iruñea). Mañana tocará en Donostia (Victoria Eugenia); el jueves en Gasteiz (Jimmy Jazz); y el viernes pasará por Bilbao (Bizkaia Aretoa).
Ha regresado a Euskadi, tierra que conoce bien.
-Sí, es mi parte favorita de España y ha sido una experiencia tocar ahí desde la primera vez que fui a participar en un disco de Ruper Ordorika y grabé en el estudio con mi amigo Jonan Ordorika, su hermano. También me gusta mucho la comida vasca.
¿Algo en especial?
-La cuajada. Con el tiempo, vuestra tierra se ha convertido en uno de mis lugares favoritos para tocar. Es como mi segunda casa. Además, uno de mis primeros conciertos allí fue con Lou Reed, en Donostia.
¿Qué destacaría de Ruper y de Rafa Rueda, con quien ha tocado?
-Ruper es un compositor fantástico, tiene una voz poética y cálida, y es una gran persona. Rafa es un gran pianista, arreglista y productor con el que me divertí mucho tocando en su disco y en la gira anterior por Euskadi. También me gusta Joseba Tapia y estoy interesado en grabar con músicos y cantantes vascos para un disco con canciones de Reed.
La gira se llama Saunders & Friends. ¿Quiénes son esos amigos?
-Yo toco el bajo, la guitarra y canto, y me acompañan Oliver Lee a la guitarra, Dalibor Mráz al bajo y Jira Zabystrzan, a las teclas. Los amigos son también los vascos para los que tocaré.
'Happiness' es su ultimo disco. Parece una declaración de principios.
-Puede ser. Trata de la pérdida de la felicidad y de reencontrarla de nuevo, de las subidas y bajadas de la vida, de buscar días más brillantes y de la esperanza. En él me acompañan Reed, Suzanne Vega, Jan Hammer, algunos músicos folk de Chequia?
En el disco toca soul, folk, pop rock, r&b? ¿Solo hay una música a la que se 'viste' con diferentes ropajes o estilos?
-Tienes razón, es una mezcla de estilos. Me encanta tomar diferentes direcciones porque es como pintar algo de colores diferentes o cocinar con diversos condimentos. Y también me gusta combinar sonidos electrónicos con orgánicos. Se trata de hacerlo con gusto.
Además de su CD, ¿está tocando canciones de Lou Reed en los conciertos?
-Hago una mezcla de temas propios con otros de Lou como Jesus, Sattelite of love o Beggining to see the light.
¿Cómo se enteró de la muerte de Reed?
-A través de los comentarios de sus fans y amigos en Facebook. Era una persona adorable si le conocías realmente, un hombre honesto que tenía claro lo oscuro y luminoso de la vida. Y, claro, un gran músico y compositor. No es fácil explicarse en tan pocas líneas, porque mi relación con él iba más allá de la música, ya que éramos buenos amigos. Nos divertimos trabajando y aprendimos mucho el uno del otro.
Creo que Reed le animó a grabar y tocar en solitario.
-Cierto, me dijo que debía usar mi voz y que podía llegar a la gente. Fue cuando oyó mi canción Reviens Cherie. La interpreté con él muchas veces y la incluimos en su disco en vivo Animal serenade. Me dijo que si había escrito ese tema podría comprender su música y que le gustaría invitarme a grabar The blue mask. Fue el primer disco que grabé con él.
Tiene usted una voz con alma. A veces recuerda a la de Robert Plant.
-Mi voz es oscura, cálida y llena de alma. Proviene del trabajo hecho durante años con Lou. Por cierto, me gusta mucho Plant.
Reed hacía tai-chi y usted ha compuesto el tema 'Blue zen, reaching for the sky'. ¿Es un hombre espiritual?
-Lo soy. Se ve también en otro tema: Plant a seed (it will blossom). Le canto a la esperanza, a resistir, al dolor y a las pérdidas de la vida.
¿Vive todavía en Cracovia, "lejos de la gran ciudad, donde el hombre no puede ser libre"? (ese verso lo cantaba Reed en 'Heroin').
-Vivo a ratos allí, aunque en el último año he pasado más tiempo en Nueva York. En ocasiones necesito alejarme de las grandes ciudades y rodearme de gente corriente.
¿Lo logra en Europa?
-Adoro Europa porque tiene una visión y un sentimiento más abierto sobre la música. Y no olvides la variedad gastronómica y el medio ambiente. A pesar de ello, mi país es maravilloso y siempre será parte de mi vida.
Ha compartido escenarios y discos con Clapton, Winwood, Jeff Beck, Baez, Jimmy Page? ¿Siempre se aprende de los grandes?
-Por supuesto. Y no solo sobre la música, sino sobre la vida. También logré una conexión especial con Bohannon, que le gustaba mucho a Reed. Creo que mi conexión con la música parte de que nací en Detroit. Allí empezó todo, con mi familia y la música gospel.
¿Tiene algún sueño musical por cumplir?
-Sí, trabajar en un proyecto con Elton John y un flautista rumano llamado George Zamfir en un disco futuro.