bilbao - Tres décadas después de clásicos como With usura, Maximizing the audience y la música de la película El vientre del arquitecto, de Peter Greenaway, Mertens, que alterna bandas sonoras con lieders y piezas de cámara, defiende que "la música ha dado un sentido a mi vida, a algo que no está formulado como algo estable", explica. Le sirve para "ir más allá" y estar abierto a "componer sobre nuevos ritmos y motivos porque siempre aparecen cosas imprevistas".
Adscrito al movimiento minimalista, junto a Philiph Glass y Michael Nyman, Mertens reniega de los ismos. "Ya no se piensa en esos términos porque vivimos unos tiempos en los que no existen consensos sobre los estilos y los grupos de compositores. El último fue el minimalismo, y hablamos ya de los años 70. Ya no estamos condicionados por los ismos y es algo interesante porque se desarrollan expresiones más individuales y cada músico se sitúa en un contexto donde puede expresarse basándose en sus propias reglas. Ya no se pliegan a esas reglas generales de la música y la literatura, de los estilos. Estamos en un estado más desnudo, liberado de las reglas. Es algo característico de nuestra época, en la que la autoridad gratuita ya no es aceptada en las artes, ni las relaciones entre padres e hijos", indica antes de revelar a DEIA que "en abril o mayo empezaré a componer para un proyecto de gran envergadura del que no puedo adelantar nada y que tendrá lugar a final de año". -