BILBAO. "No eran horas para cantar baladas. Además, me afecta bastante ir a Bilbao desde que me fui hace unos meses debido a una jodienda sentimental; prefiero no hacerlo", asegura Ricardo Lezón, cantante de los getxotarras McEnroe, sobre su concierto reciente en el BIME, en el BEC. Hoy, el grupo repetirá actuación en Bizkaia, en la sala Sonora de Erandio, donde dará fin a la gira de su CD Las orillas. "Es casi pasado, tenemos temas para el próximo", dice Lezón, que también actuará como DJ.

¿Cómo valoras la recepción del disco y la gira?

El disco ha ido muy bien desde el principio, ya que logró una repercusión inesperada. Luego se tradujo en la gira, con más gente en los conciertos. Hemos llegado más lejos en gente y físicamente, tocando en lugares más alejados. Ha sido muy positivo todo y se ha cumplido algo que ya notábamos al grabar el disco. Aquella tranquilidad y disfrute han tenido continuidad.

Es vuestro CD con más recorrido, la gira finaliza tras casi 2 años.

Sí, pero no somos un grupo que se prodigue mucho en vivo al tener miembros en Getxo y Madrid. Y ahora me he ido yo al sur, a Estepona, debido a una jodienda sentimental, para acabar de complicarlo. Esto es ya el "más difícil todavía". Ha sido una putada para el grupo pero ahora que todo lo teníamos a favor para tirar la toalla, tenemos fuerzas para ensayar y tocar.

¿Quedáis en un punto intermedio?

En Oporto (más risas). Para los últimos conciertos de la gira se ha mantenido Getxo, aunque tenemos una particular forma de trabajar, ya que ensayamos muy poco. Siempre fue complicado y terminábamos muchas canciones en el estudio. Somos de dar pocas vueltas a las cosas y las dejamos como salen.

El grupo alcanza la 'orilla' y toca tierra de nuevo en casa tras los 'bolos' en Bilbao y Barakaldo.

Nos hace ilusión tocar en estas fechas, ya que todos somos de Getxo y volvemos a casa por Navidad.

Como el anuncio del turrón, ¿no?

Cierto, el turrón siniestro (risas). Cuando nos propusieron el tramo final de la gira decidimos despedirla en casa con una especie de celebración con los amigos. Estaba ya cerrada la fecha cuando surgió lo del BIME. Al final, tocaremos en Bizkaia dos veces en un mes. Vamos a decirle adiós al disco, que pasará a ser pasado, y recuperamos temas de los anteriores. Intentaremos dar un concierto bonito.

A pesar del éxito logrado, ¿sigue siendo un sueño vivir de la música debido a vuestro estilo?

Sí, es prácticamente imposible. Esto es un hobby, lo que nos divierte, y no tenemos muchas ilusiones con la profesionalidad. Además, si se convirtiera en un empleo se perdería una parte bonita del grupo. Hay casos de amigos con éxito para los que la música se convierte en una obligación y se olvida la magia.

Del pasado al futuro cercano...

A pesar de todo lo me ha pasado en los últimos meses y que contemplamos cada disco grabado como el último, desde que vine a Estepona han salido canciones. Está casi perfilado el próximo disco, que esperamos salga en 2014.

¿Se puede adelantar algo?

(Risas). Me fui para airearme y espero que mi vida personal no se traduzca mucho en las letras. Todavía no están muy definidas, igual que el sonido. No tenemos ambición de innovar, basta con que nos gusten los temas. Van en la línea habitual, pero se trabajarán más antes de ir al estudio. Repetiremos en La Mina, en Sevilla. Nunca hemos buscado un sonido pero es tan tranquilo que te empapa.

¿Harás un set como DJ hoy?

Sí, primero concierto y luego fiesta. Dije que iba a pinchar alegremente, y ahora se ha convertido en una sesión de DJ. No tengo ni puta idea, así que sonará lo que me gusta: The Smiths, The Cure... Ya sabes de dónde venimos. Solo espero no dejar vacía la sala (risas).