bilbao. Kulturtick ha echado la persiana. El proyecto, que fue anunciado por el anterior Gobierno vasco en 2011, se presentó en sociedad hace un año como un club de consumo cultural con el fin de promover, difundir y fidelizar la oferta cultura vasca. La iniciativa quería generar nuevos públicos, promover el consumo cultural y hacer de puente entre los creadores y los consumidores. La oferta se extendía a toda la CAV, y con el tiempo pensaba llegar a Nafarroa e Iparralde.

Se trataba de una plataforma impulsada desde el departamento socialista de Cultura de Blanca Urgell, como un club de consumo cultural a imagen y semejanza del catalán TR3SC, que también fue desarrollado y dirigido por el responsable del proyecto homólogo catalán. "Aunque esto será solo en una primera fase de arranque. Luego pasará a manos de Euskadi", confirmaba entonces Miquel Curanta a DEIA. La dirección la asumió Pío Ortiz de Pinedo, del grupo de teatro Hortzmuga, presidente de la junta directora de Eskena (Empresas de Producción Escénica Asociadas de Euskadi) y miembro del anterior Consejo Vasco de la Cultura (CCC). El Gobierno de Patxi López lo había subvencionado con 400.000 euros para su arranque, pero en su junta directiva también participaban EITB y varias empresas privadas.

El proyecto cultural catalán se inició en 2006 y en la actualidad cuenta con 34.000 socios. La extrapolación a Euskadi era similar a Barcelona y el área metropolitana con lo que Kulturtick confiaba en crear una comunidad cultural de unas 8.000 personas el primer año y 20.000 para el cuarto. Sería entonces cuando se haría rentable y sin necesidad de aportación pública. Sin embargo, en el año de existencia de la iniciativa no ha penetrado tanto como se esperaba y no se ha consolidado, ya que solo ha contado con 1.180 socios, que pagaban una cuota anual de entre 32 y 52 euros, por la que podían acceder a descuentos tanto en entradas a diferentes conciertos y espectáculos como rebajas en pequeños comercios culturales.

Ayer se reunía la Junta directiva de Kulturtick y decidía finalizar las actividades de este club, aunque su director Pío Ortiz de Pinedo aseguraba a este periódico que en absoluto había influido que solo se habían alcanzado 1.180 socios durante su primer año de funcionamiento. Ortiz de Pinedo achacaba el cierre a "la falta de apoyo institucional, al respaldo social insuficiente y a la imposibilidad de seguir adelante por nuestros medios".

En la nota hecha pública tras la reunión, se afirmaba que siguen pensando "que el Club de Cultura es una herramienta válida para sostener parte de la caída en el consumo cultural y crear nuevas dinámicas que la fortalezcan a medio y largo plazo, pero un año de actividad no es suficiente para alcanzar el grado de autonomía que nos permitiría navegar solos". Kulturtick ya había recibido críticas de algunos sectores culturales de Euskadi que consideraban que no potenciaba suficientemente la creación vasca y que se había copiado y extrapolado a Euskadi un modelo catalán. El club de consumo finalizará sus actividades el próximo lunes, día 4, aunque todavía se desconoce qué mecanismos se adoptarán para devolver la parte de la cuota que corresponda a los socios y socias. El director de Kulturtick explicaba ayer a DEIA que durante los próximos días se aclararán estos asuntos; "de momento, solo hemos querido difundir una nota anunciando el cese de actividades porque nos parecía que era lo más correcto".

bono cultura Precisamente, ayer en Juntas Generales de Bizkaia se debatía si el Gobierno vasco debería costear un bono cultural para incentivar el consumo, pero si algo quedó bien claro es que no existe unanimidad en cómo se debe abordar este proyecto ni a quién tendría que ir destinado. Mientras el PP pedía que se concibiera uno específico para comprar productos y espectáculos vascos, ya sea en euskera o en castellano, Bildu solicitaba que fuera para los realizados exclusivamente en euskera. Y el PSE defendía que se volviera a retomar el bono cultura que puso en marcha el Gobierno López. Desde el PNV se advertía de que "nos estamos metiendo en algo que no nos corresponde. No tenemos competencia. A las Juntas Generales no nos corresponde decirle al Gobierno vasco qué programas debe poner en marcha".

La proposición no de norma salió adelante exclusivamente con los cuatro votos favorables de los junteros del PP y Socialistas Vascos (PSE-EE), 6 abstenciones de los junteros del PNV y el rechazo de los 3 apoderados de EH Bildu. En ella se invita al Gobierno vasco a que se especifiquen las "áreas culturales, los periodos de tiempo o los eventos mejores" para ofertar este bono cultura, así como la "demanda previsible".