donostia
Pintores románticos guipuzcoanos pretende dar a conocer la obra de siete pintores nacidos entre 1800-1850, que vivieron la transformación de la sociedad agraria, las guerras carlistas, la educación académica de la Real Academia de San Fernando y la influencia clásica de Roma, abriéndose en algunos casos a las luces pleinairistas, pero siempre dentro del realismo y un cierto naturalismo rígido y acendrado. Temas históricos, literarios, escenas populares, retratos burgueses, y paisajes del entorno, componen el repertorio ideológico que se ha conservado en museos y colecciones del País Vasco y zonas limítrofes, y que componen esta muestra comisariada con acierto por la historiadora del arte Montserrat Fornels, aunque al montaje podría habérsele sacado más partido y jugo.
Eugenio Azcue (Orio, 1822-Donostia, 1890), pintor de repertorios religiosos en diversas iglesias de Donostia y Tolosa, y autor de representaciones alegóricas, destaca en sus retratos de Juan Sebastián Elcano y, el rey Alfonso VIII.
Juan Brochetón (Donostia, 1826-Madrid, 1863) resulta un notable retratista sobre todo en los retratos de la familia Agüero e Isabel II, con clara influencia de Esquivel y Madrazo. Calidad en los rostros de porcelana y en las telas y draperías.
Antonio María de Lecuona (Tolosa, 1831-Ondarroa, 1907), considerado como uno de los iniciadores de la Pintura Vasca Moderna, dedicó su atención a temas costumbristas, y a paisajes con edificios notables de Guipúzcoa: Arantzazu, Loyola. Interesantes: La bendición de la mesa, Aldeana vizcaina en el mercado y Camino al molino.
Eugenio Arruti (Luanco, 1841-Donostia, 1889), paisajista realista un tanto torpe y con altibajos, sobresale en El pastor y Arenal de Gros, abriendo su paisaje a ciertos aspectos lumínicos.
Isidro Gil (Azkoitia, 1842-Burgos, 1917), recuperado con acierto para esta muestra, y pintor de temas históricos y dibujante realista del Patrimonio arquitectónico, es más creativo en los primeros que en los segundos: Mazepa, Alegoría, La Independencia de Castilla.
José Echenagusia (Hondarribia, 1844-Roma, 1912), es sin duda, junto a Gassis, uno de los pintores más interesantes y creativos de esta muestra. Obras realistas y románticas como Familia veneciana, En el campo, La florista, obras religiosas como Llegada al Calvario y Estanislao de Labayru, o, más simbolistas como Apoteósis de Bizkaia, demuestran muy buen hacer, rigor y maestría.
Como maestras y pleinairistas resultan también las veduttas venecianas de Pedro Gassis (Pasaia, 1850-Burgos, 1896): Venecia, Marina, El amarradero, Vista de San Pedro. Sus luces y contraluces, ya casi impresionistas, trazan un paisaje vasco, y una Venecia, llena de luces atrevidas, sofisticadas y románticas.