BILBAO. Será a las seis de la tarde cuando la música vuelva a sonar en la colegiata de Ziortza. Y lo hará para acoger un concierto muy especial, el que ofrecerá la Orquesta Barroca de Sevilla, bajo la batuta de uno de los más prestigiosos directores del momento, Juanjo Mena, y con uno de los mejores contratenores de la actualidad, su hermano Carlos Mena. Los Ziortzako Kontzertuak celebran sus 25 años de historia y se ha programado para clausurar esta edición un auténtico broche de oro, ofreciendo la oportunidad de ver juntos sobre un escenario - no es nada habitual- a los hermanos Mena, que han querido apoyar esta cita tradicional para los melómanos de la música antigua.

En su familia, la música ha fluido con naturalidad. Juanjo Mena (Gasteiz, 1965), extitular de la Orquesta Sinfónica de Bilbao, y actual director de la BBC Philharmonic, en Manchester, acaba de poner un brillante punto final a su reciente periodo de tres semana al frente de las orquestas Sinfónica de Chicago y la Filarmónica de Los Ángeles, donde ha recibido excelentes críticas, entre ellas las del prestigioso diario Los Ángeles Times. También Carlos Mena -uno de los contratenores más admirados por la crítica y el público debido a su voz de natura y a su perfección técnica- ha querido hacer un pequeño paréntesis en su apretada agenda para acercarse hoy a Zior-tza. "Canté aquí cuando empezaba a despegar profesionalmente, incluso grabé mi primer disco en Ziortza. Son conciertos muy especiales por lo inasible, por lo que no se puede medir, la belleza, el lugar, la visión del templo, la vida espiritual... Cuando vas subiendo por el camino empedrado construido en la época medieval, con la visión del templo parece que estás más cerca del cielo. La música tiene algo en común, sucede en un momento y desaparece, como la vida. Con la música vives momentos trascendentes", confiesa Carlos Mena.

Las colaboraciones entre Carlos y Juanjo Mena con la Orquesta Barroca de Sevilla, una de las más destacadas agrupaciones de entre las que se dedican a la interpretación de la música antigua con criterios historicistas dirigida por el bilbaino Pedro Gandía, son muy habituales. "Hemos hecho cosas juntos muy interesantes, discos, operas, recitales... Tienen un sonido muy fresco, muy vivo, un público muy joven. Tengo una relación de confianza absoluta", explica el contratenor.

confianza y respeto La misma confianza absoluta y de admiración mutua que se tienen entre los dos hermanos Mena: "Me encanta ir a los conciertos que él dirige y él tiene también mucho respeto por lo que hago yo. Hay un equilibrio perfecto entre el respeto y la confianza que nos da el haber vivido nuestra infancia en la misma habitación y haber compartido nuestra pasión por la música".

Luego la vida les separó cuando Carlos (Gasteiz, 1971) se fue a estudiar a la prestigiosa Schola Cantorum Basilensis, donde permaneció cinco años, y donde recibió la formación de René Jacobs y Richard Levitt. "Me podía haber quedado aquí, pero quise hacer una gran apuesta y estudiar en Basilea. Recuerdo que me fui con cierta seguridad, pero tuve que hacer una cura de humildad allí porque tuve que desaprender muchas cosas y volver a aprenderlas. Además, es muy duro estudiar y vivir en un país tan caro como Suiza, volví sin un duro. De todos modos, siempre comento con mi mujer, que también estudió allí conmigo, que hay momentos de felicidad en la pobreza que son muy intensos, las vivencias son muy importantes. Algo que me hace estar apegado a la tierra, cuando veo divismos a mi lado, es haber vivido aquellos momentos de dificultades".

Sacrificios que han tenido su compensación. Carlos Mena colabora habitualmente con algunas de las orquestas y grupos más prestigiosos de la corriente historicista, recibiendo invitaciones de festivales como el de Salzburgo y actuando en producciones operísticas de coliseos como el Musikverain de Viena, la Monnaie de Bruselas o el Real de Madrid. Al mismo tiempo, ejerce la pedagogía y sus clases magistrales están muy solicitadas por los jóvenes contratenores que buscan una orientación en su carrera.

Mena es un cantante atípico: le gusta indagar en las músicas de todos los tiempos. Lo mismo trabaja con composiciones sefardíes tradicionales que interpreta música contemporánea. Y, por supuesto, la ópera. También ha recuperado música vasca, "aunque tengo que confesar que me he aprovechado de los musicólogos maravillosos que tenemos para poder recoger el máximo de obras del siglo XX, obras cultas de autores desconocidos". Un proyecto del que está muy orgulloso, "porque puedo hacer sonar en los escenarios de Europa música por ejemplo, de Emiliana de Zubeldia. Esta compositora y pianista navarra ha permanecido prácticamente en el anonimato en su propia tierra. Posiblemente, nunca hubiera imaginado que sus obras sonaran en Bruselas. Es muy emocionante pensar que puedo dar a conocer la música de una mujer que mandó a su hija antes de morir una carta, preocupándose porque su música se iba a perder".

Esta tarde, sonará su voz en Zior-tza, bajo la batuta de uno los directores de mayor proyección internacional, su hermano Juanjo Mena. Interpretarán un repertorio con composiciones de Avison, Vivaldi, Scarlatti y Haydn. Cuando terminen el concierto habrá también ocasión de visitar la colegiata con uno de los frailes del monasterio como guía. Un pack cultural de auténtico lujo, y completamente gratuito, en un escenario único que alberga en su interior el órgano de Ziortza, un instrumento construido en 1686 reciclando algunos componentes de su antecesor del siglo anterior. Se trata de un órgano único en Euskadi, y uno de los pocos que existen en Europa, que fue restaurado por la Diputación foral de Bizkaia en 1995 y que es usado cada año en las actuaciones de los Ziortzako Kontzertuak. Habrá autobuses gratis a partir de las 16.00 horas desde Bolibar para las personas que quieran asistir.