barcelona. La actriz Anna Lizaran murió el viernes a los 68 años de edad en Barcelona víctima de un cáncer que le había obligado a alejarse de los escenarios en las últimas semanas. Fundadora de Els Comediants y el Teatre Lliure, está considerada la gran dama de la escena teatral catalana, en la que brilló durante las últimas cuatro décadas y en la que deja un vacío poco menos que irrecuperable. Además de sus interpretaciones en el teatro, tanto en papeles clásicos como en otros más contemporáneos, incluidas incursiones en la danza, Lizaran accedió en alguna ocasión a dirigir montajes teatrales y también trabajó en cine y televisión.

Hija de una modista y de un mecánico, Anna Lizaran Merlos nació en Esparreguera (Barcelona) en 1944, estudió arte dramático en el Centre d'Estudis Experimentals de Barcelona y se formó además en la Escuela de Interpretación de Jacques Lecoq de Paris. En 1972 fundó el grupo de teatro Els Comediants y en 1976 fue también una de las fundadoras del Teatre Lliure, donde desarrolló gran parte de su carrera profesional.

En sus papeles fue dirigida por los principales directores teatrales de Cataluña, como Fabià Puigsever, Josep Montanyès, Lluis Pasqual, Sergi Belbel o Jordi Mesalles. Como directora teatral se puso al frente de la obra Arsènic i puntes de coixí, de J. Kesselring, y para una sesión dedicada al poeta Joan Margarit en el Teatre Lliure.

En el ámbito cinematográfico interpretó papeles en películas como Tacones Lejanos, de Pedro Almodóvar; La primera noche de mi vida, de Miguel Albadalejo; La Celestina, de Gerardo Vera; Souvenir, de Rosa Vergès o Actrices y Morir o no, de Ventura Pons.

Lizaran también era una de las actrices más laureadas, con un sinfín de premios y reconocimientos profesionales y personales como el Premio Nacional de Teatro (1984), la Medalla al Trabajo President Macià (año 2008), entre otros.