Donostia

DE la mano de Maru Rizo, su fiel amante y compañera de la vida, se presentan en Galería Ekain de Donostia, 32 Tintas japonesas y poéticas de Amable Arias (Bembibre del Bierzo, León, 1953 - Donostia 1984), acompañadas por un catálogo, diseñado por Miren Unzurrunzaga, con poemas del autor y un lúcido y corrosivo texto de Rafael Castellano que encuadra y contextualiza muy bien la obra de uno de los artistas menos conocido, pero mejor estudiados del Grupo Gaur.

Maru guarda, expone, estudia, y difunde con pasión la obra de Amable, y en esta ocasión presenta 32 tintas, 4 poemas y un óleo del autor, fechados en 1983, se exponen en el corazón de la parte vieja donostiarra. Frescura y vitalidad, tensión entre abstracción y figuración, entre un cierto dadaísmo e ingenuismo, ofrecen y presentan un mundo entre soñado y real, visto a través de los ojos mágicos del artista, que ofrece una vez más la magia real de lo pequeño, de lo zoológico, de lo vivido. Cabezas con ojos, y brazos humanos y animales, trazados con tinta china negra, que emergen de las manchas limpias y nítidas y de los círculos orgánicos que plasma con tintas chinas japonesas y brillantes. Niños, viejos, humanoides, se enlazan y entrelazan con elefantes, perros, osos y pájaros, y ofrecen un mundo lleno de sueños fastuosos, de paisajes conocidos, de mundos reales, cotidianos y enervantes. En sus cabezas adivinamos la del viejo dictador, la del potente Goya con sus brujas voladoras, la del sorprendido y aterrado por la noche, las de las dos hermanas, su ingenuo autorretrato, la del conspirador, y la de tantos y tantos otros que traza sobre papeles blancos.

Probablemente Amable los trazaba como ejercicio y entretenimiento entre sus grandes creaciones, aunque estos le sirvieran como relax y como acicate, como investigación y profundización en su propia intrahistoria. Y es que hay mucho de profundidad psicológica, de psicoanálisis personal y social, de radiografía de la sociedad y de los poderosos personajes y personajillos que en ella pululan, caminan, y andan. Hay como una reprimenda a la soberbia humana, como una risotada a la insolencia de nuestro particular parque zoológico, como una cura de humildad, y un canto llano a la gente normal y contrahecha de nuestras calles. Eso y mucho más puede usted encontrar en esta preciosa y fresca colección de tintas japonesas de Amable Arias.