BILBAO. Ayer salió a la venta el séptimo disco de estudio de Berri Txarrak bajo el título de Haria (Kaiowas), un CD grabado en Los Ángeles junto al reputado productor Ross Robinson, "un histórico del metal" que ha grabado con Korn, Slipknot y Sepultura. Este álbum, "el más producido" del grupo euskaldun, está marcado por "las múltiples capas de guitarras contundentes", de las que sobresalen "melodías pop". Según el grupo, el reto de contar con un productor por vez primera en su carrera "era un riesgo pero nos ha dado un plus, nos ha llevado más allá".
"Un disco épico y con fuerza, más contundente que nunca. Pero hablamos de la épica de la voz, no la de Gorka, sino la voz del grupo como tal. Una épica en función de la transmisión de los sentimientos". Así ve el trío de Lekunberri Haria, su séptimo trabajo en una carrera de 15 años en la que solo sobrevive de la formación original Gorka Urbizu, su compositor, guitarrista y cantante. El disco, grabado en Los Angeles y que incluye una docena de temas, cuenta como novedad principal con la producción de Ross Robinson. De entrada, el trío ha contado con 50 días -"grabando cada uno por su lado"- para finalizarlo frente a la decena del anterior, que contó con Steve Albini como ingeniero.
"En este caso pusimos nuestra música en las manos de Robinson. Ha sido una experiencia enriquecedora y de la que hemos aprendido mucho", según Urbizu, a pesar de que "no es fácil trabajar con una persona ajena al grupo", y más en este disco en el que, al contrario de lo habitual en Berri Txarrak, un grupo "muy básico y orgánico", se ha optado por una mayor producción. "Es un disco con muchas capas de guitarras y mucho pedal, un disco muy contundente pero que por debajo ofrece muchas melodías y suena muy pop. Esa es la apuesta verdadera", apostilló Urbizu.
Haria, que se grabó con una visión "abierta a los cambios y a la improvisación constante en el estudio", cuenta con la colaboración vocal de Matt Sharp, músico de Weezer y The Rentals. "Es un gran músico y su participación nos hizo mucha ilusión. Además, yo canté en su último disco", explicó Urbizu. "Con la producción de Robinson se corrió un riesgo del que hemos salido bastante bien parados. Nos ha dado un plus y llevado más allá de nuestros límites", indicó el batería del trío, Galder Izagirre. "Robinson, con quien hemos vivido una relación muy intensa ya que nos alojamos en su casa, nos dijo que no tuviéramos miedo, que nos dejáramos ir porque cuanto menos pensáramos, más brillante sonaría", apostilló Urbizu.
Berri Txarrak estará en la Azoka de Durango presentando el CD y no iniciará la gira de conciertos hasta febrero. "Los conciertos son otra cosa, no nos preocupa llevar este disco tan producido a los escenarios. En el fondo están las canciones, se vistan como se vistan", indicó Urbizu. El trío, cuyo sonido fue considerado "algo marciano" en la escena de Los Angeles "al cantar en euskera y con un acento tan fuerte", ofrece en su portada una fotografía realizada por el bajista, David González, tomada en el paseo de Venice.
La sugerente portada muestra a una persona realizando una acrobacia sobre unas anillas con el anochecer al fondo. "Es como el hilo conductor del título y la idea del disco, representa su contenido. Está la luz que nos acompañó de la mañana a la noche en la grabación y creación del álbum, un elemento externo que creo que sí nos influyó. Y me atrajo también el equilibrio de ese japonés, que parece que sale de un túnel o de un halo negro hacia la luz que aparece en el inferior. Recoge varios elementos que representan lo que hemos vivido en Los Angeles", concluyó David González.