Bilbao. La muestra internacional de arte universitario Ikas-Art cerró ayer sus puertas en el recinto ferial Bilbao Exhibition Centre (BEC) de Barakaldo. Se han mostrado más de 700 obras de estudiantes de Bellas Artes de diez países. La entrada gratuita a la exposición y los tres nuevos espacios creativos (Zabalgune, Showroom y Microespacios) fueron las novedades más destacadas de esta tercera edición.

Los alumnos fueron más allá de su faceta de artistas y se encargaron de comisariar las muestras de sus respectivas facultades. Es el caso de Silvia Carlos, doctoranda en Bellas Artes por la UPV/EHU que organizó el stand de la universidad vasca. "La muestra es el resultado del concurso abierto que se convocó en la facultad, del que se seleccionaron las obras de 12 estudiantes", explica Carlos. "Hemos tratado de mostrar arte en sus múltiples modalidades", añade. Una de las obras que más ha llamado la atención estos días es Aditivos E1442 y E450, de Jesika Martínez-Alcocer. Esta fotografía sobre aluminio muestra los ingredientes de una conocida marca de natillas. "Muchos nos han preguntado si la imagen estaba retocada, y no es así...", aclara.

La Escuela de Arte y Superior de Diseño de Vitoria-Gasteiz se estrenó en Ikas-Art con una obra que también acaparó la atención de los visitantes. A primera vista, un montón de viejos monitores apilados unos sobre los otros. Pero para descubrir el significado de esta curiosa obra, había que acercarse y descolgar uno de los cuatro auriculares que pendían de esta torre de Babel y ver unos vídeos. "Hemos grabado los testimonios de alumnos de la Escuela, donde cuentan su experiencia con el arte y el diseño", explica Eneko Besa, profesor de la asignatura Diseño Efímero en dicha Escuela. "Muchos no se atreven a acercarse y tocar los cascos. Creo que los museos han cohartado al espectador en su participación en el arte", apunta. A su lado, alumnos de la Universidad Bauhaus de Puebla (México) participan por primera vez en Ikas-Art, con una reflexión sobre la idiosincrasia mexicana. La obra Proceso de penitencia, de Gama Hernández, muestra un pack de cervezas unido a un abridor con forma de crucifijo y con un valor añadido: unas púas que dificultan la apertura de los botellines. "Simboliza dos aspectos primordiales de la cultura mexicana: la religión y el alcoholismo -explica su autor-, y a la vez refleja el sufrimiento previo a la recompensa".

Por su parte, su compañero Saúl Lopez reflexionó sobre las migraciones y la doble identidad mexicano-estadounidense. Evento popular muestra la inmigración como un evento de distracción, "pero es una necesidad", puntualiza.