'El árbol de la vida', con Brad Pitt, no termina de convencer

Cannes. Tree of Life, la nueva película de Terrence Malick y probablemente la más esperada por la crítica en el Festival de Cannes, es en sí una obra de arte cinematográfico, intensamente visual e inimitable. Sin embargo no gustó a todo el mundo: fue aplaudida, pero también bastante abucheada. Malick embarca al espectador en un viaje espiritual y visual a través de la historia de una familia americana en los años 50. Brad Pitt y Jessica Chastain encarnan a un matrimonio con tres hijos. Uno de ellos muere y, muchos años después, el hermano mayor (Sean Penn) recuerda la infancia y el dolor por la pérdida de los suyos.

La quinta película del realizador, considerado el más importante referente del cine de autor de Estados Unidos, desarrolla la trama de forma onírica y arrojando toda una serie de reflexiones sobre la paternidad, la vida o la espiritualidad y cómo todo ello forma parte de la naturaleza, que además tiene una presencia amplia en el metraje con escenas que en ocasiones remiten a los documentales de National Geographic.

Ausente en la rueda de prensa, Sean Penn consiguió llegar a la gala oficial. El actor, que tiene otra película en concurso, There must be the place no vino acompañado de Scarlett Johansson, con quien se lo ha relacionado sentimentalmente. Sí desfiló por la alfombra roja sin embargo Angelina Jolie, que lució un vestido color chocolate con escote palabra de honor y falda amplia con un tajo hasta la cadera. También pasaron por la alfombra roja estrellas como la cantante Gwen Stefani y la actriz Charlotte Rampling.

Mucha menor repercusión tuvo la segunda película presentada a concurso, L'apollonide-Souvenirs de la maison close, una mirada nostálgica sobre el mundo de los burdeles a principios del siglo XX que hizo que más de un crítico abandonase la sala.