Drogas y paisajes rusos reinaron ayer en Sitges

sitges (Barcelona). Argumentos relacionados con la adicción a las drogas, perturbados personajes de una Rusia desmoronada y blancos paisajes nevados se adueñaron ayer de las pantallas de Sitges, en un día que terminó con el reconocimiento a Roger Corman, autor estadounidense de culto.

La última película de Joel Schumacher, Twelve (Doce), es una de las que se presentó, protagonizada por Chace Crawford y centrada en un grupo de jóvenes del exclusivo Upper East Side de Nueva York que descubren los efectos de una nueva droga denominada Twelve. A lo largo de hora y media, el director de Un día de furia y Batman y Robin va adentrándose por las peripecias de estos personajes que, como asevera uno de ellos, viven la vida de la mejor manera que pueden.

También tuvo su espacio, e incluso cosechó algunos aplausos, la película sueca Snabba Cash (Dinero fácil), del director escandinavo de origen español Daniel Espinosa, en la que se narran y entremezclan las historias de un traficante suramericano que acaba de escapar de la prisión, un matón con problemas familiares y un taxista que sueña con una vida de lujo. Otro filme que se pudo ver fue el drama fantástico y pasional Kósmos, de Reha Erdem. Unos blancos paisajes nevados que envuelven las andanzas de un ladrón llamado Kósmos que, en esta moderna fábula, va a parar a un apartado pueblo de frontera, donde salvará a un chico y se enamorará de su hermana.

La jornada terminó con la entrega de la María Honorífica a Julie y Roger Corman, en reconocimiento a su trayectoria en el cine. A sus 84 años, el legendario productor, actor y director planea llevar al cine un guión de Nicolas Cage sobre fenómenos paranormales.