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sus amigos y familiares le llamaban Marianín y fue considerado el Rey de la Opereta durante la década de los 50 y 60. Su nombre era Luis Mariano González García y nació en Irun el 12 de agosto de 1914. Estudió canto en el Conservatorio de Música de la capital guipuzcoana pero fue en Francia donde, tras el bombardeo de Irun, dio el paso que le convirtió en "más profeta fuera de su casa que en la suya propia", según las palabras de su pianista José Luis Azkue.
Hay un dato significativo en su biografía, que refleja la astucia de su madre. Ella recurrió a un conocido sacerdote para cambiar la fecha de nacimiento del futuro artista; así, la fecha de 1914 pasó a ser 1920. Con ello figuraba en la Carta del Refugiado, lo que evitó que fuera movilizado.
Llegó a Sara, donde se formó la coral Eresoinka en la que Mariano tomó parte, compartiendo momentos inolvidables junto a Pepita Embil, madre de Plácido Domingo. Tenía apenas 22 años y su admisión en el Conservatorio de Burdeos supuso el comienzo de una fulgurante carrera. En 1941 viaja a París, donde redondeó su preparación musical bajo la dirección de Miguel Fontecha. Ese mismo año debuta en el Palais de Chaillot con Don Pascuale. Esto le llevó a la fama y le dio prestigio. Mariano era una estrella que se codeaba entre las voces más importantes de la época, como Mario Lanza o el propio Alfredo Krauss.
Iniciada la II Guerra Mundial el coro se deshizo y la familia del cantante fijó su residencia en Burdeos, donde Luis Mariano se dedicó a la vendimia al tiempo que amplió sus estudios de canto. En esta época interviene en operetas como La Bella de Cádiz, Andalucía y El Cantor de México, que después él mismo llevaría al cine.
tres amigos En el año 1950 Mariano conoció a Patxi Lacan, que comenzó siendo su chófer y terminó como secretario personal y heredero de la casa que el cantante habría de construir más tarde en Iparralde. Lacan era su amigo y durante años tuvo una relación muy estrecha con él. "Mariano no era nada exigente, era un hombre formidable. El pianista, él y yo estábamos todo el tiempo juntos", señala Patxi Lacan.
A Azkue lo conoció también por casualidad. La historia es curiosa. Luis Mariano cantó por primera vez como profesional en Irun, en el cine Avenida, y lo hizo con la orquesta Montecarlo. El pianista que le acompañaba se puso enfermo y entonces conoció a Azkue, que era pianista y gran seguidor de Luis. Azkue sustituyó al pianista titular y desde ese momento se convirtió en uno de los grandes amigos del cantante, al que acompañaba ocasionalmente, tocando en algunos eventos. Azkue dice que Mariano "era muy sencillo. Cada vez que algún amigo se casaba en Irun venía a las bodas a cantar", apunta el pianista.
Patxi Lacan y Luis Mariano eran inseparables, tanto que viajaron juntos a Uruguay, Argentina, México, Cuba, Canadá, Egipto, Rumania y Bulgaria, entre otros países. Pero su tierra y su gente estaban en Irun. "Siempre tuvo presentes sus raíces; cada vez que tenía dos días libres visitaba a sus amigos de Irun y fueron muchas las veces que en plena dictadura franquista lloraba al ver su ciudad natal desde Biriatu", asegura el propio Lacan. Su secretario y amigo decía que el artista no se prodigaba en fiestas ni cocktails. "No le gustaba. Prefería estar con amigos. Conocía a un pescador de Hondarribia, Lazkanotegi, y cuando venía siempre quería ir a verle y comíamos en su cocina. Eran momentos maravillosos. Luis Mariano nunca se olvidó de los amigos de la juventud", recuerda.
Azkue dice que el trato entre ellos era muy cercano. Recuerda que en una ocasión, en París, podía haber estado en una pensión e ir a trabajar desde allí, pero estuvo en su casa como si fuera uno más. "Era igual de grande y sencillo como persona que como cantante. Pero a la hora de trabajar era muy severo, muy exigente", dice. El gran Luis Mariano murió lejos de su tierra, en París, el 14 de julio de 1970.