Espiar a través de los sueños
El mítico hotel Dorchester, junto a Hyde Park, se ha convertido en la segunda casa de muchos multimillonarios y famosos que pasan por Londres, y en uno de los lugares preferidos para acoger el lanzamiento de películas, como es el caso de la última de Christopher Nolan, Inception (Origen), que se estrenará en España el 6 de agosto. Este largometraje contiene todos los ingredientes para convertirse en el más taquillero del verano: lo protagoniza Leonardo di Caprio y es una cinta de acción con elementos que recuerdan a James Bond y a Matrix, rodada bajo la batuta de un director de culto, el mismo que dirigió Batman Begins o El caballero oscuro.
La rueda de prensa se celebró en uno de los salones del lujoso hotel, bajo estrictas directrices. Sin embargo, a diferencia de otras presentaciones como la de Sweeney Todd, de Tim Burton, en la que se pidió que no se formularan preguntas personales a Johnny Depp, esta vez no hubo vetos; sólo pidieron que no valoráramos la cinta antes de su estreno.
Tras una pequeña espera y con los aplausos de fondo del personal de Warner, la empresa distribuidora, y de la mayoría de los periodistas, las estrellas hicieron su aparición en la sala: Christopher Nolan, Leonardo di Caprio, Ken Watanabe (El Último Samurai), Ellen Page (Juno), Joseph Gordon-Levitt (500 Días juntos), Tom Hardy (RocknRolla), Cillian Murphy (Batman Begins) y Emma Thomas, la productora y esposa del director. Se echó de menos a Marion Cotillard y al británico Michael Caine, que interpretan respectivamente a la mujer y al padre de Di Caprio.
Al igual que otras veces, un maestro de ceremonias abrió la sesión con una pregunta. La que rompió el hielo fue directa al grano (¿Entendisteis el guión a la primera?), porque Nolan ha creado una trama que requiere mucha atención. Di Caprio reconoció que tuvo que leerlo "un par de veces". El director es también en esta ocasión el autor del guión, basado en el espionaje industrial a través de los sueños, una historia que quería llevar a la gran pantalla desde hace una década y en la que Di Caprio se gana la vida como ladrón que invade la mente de otros para robar sus ideas.
Fue inevitable que muchas de las preguntas de la rueda de prensa giraran en torno a los sueños. El actor de Titanic reconoció que aunque "no es un gran soñador", en su peor pesadilla aparecen las gemelas de la película El resplandor. Todos los actores, este último incluido, sueñan con "seguir teniendo trabajo", aseguraron, y actuar a las órdenes de directores como Nolan, a cuyos pies se rinden la mayoría de los actores anglosajones.
Ellen Page, de 23 años y nominada a los Globos de Oro y a los Óscar como mejor actriz por Juno, es la que dio las respuestas más largas y más elaboradas, y eso que Origen supone para ella el salto al mundo de las súper producciones. En el encuentro con la prensa quedaba probado que había hecho buenas migas con el protagonista, porque mientras sus compañeros respondían a las preguntas ella intercambiaba mensajes con Di Caprio bajo la mesa.
Tras la rueda de prensa llegó el turno de las entrevistas concertadas con los actores. Mientras los clientes del Dorchester probaban el té del salón del hotel, el personal de Warner y los periodistas tenían tomada la primera planta. Algunas habitaciones se reservan para la prensa (con sándwiches, té y café para suavizar la larga espera). A los redactores de prensa escrita se les suele conceder veinte minutos exactos, que hay que compartir habitualmente con compañeros de otras publicaciones, mientras que los de televisión tienen el privilegio de realizar la entrevista a solas, (cuentan con cinco minutos).
el dorchester El Dorchester es toda una institución. Desde que abrió sus puertas en 1931 han pasado por allí famosos como la Reina Isabel II, Nelson Mandela, Woody Allen, Arnold Schwarzenegger o Barbara Streisand. Basta acercarse hasta sus puertas, en la calle Park Lane, para toparse con alguna sorpresa.
Esta vez, quizá por el hecho de haber pasado las últimas horas hablando de sueños con las estrellas de Origen, una se pregunta si los coches aparcados a la entrada, los últimos modelos de Ferrari, Bugatti o Bentley, de colores estridentes y con matrículas de países del Golfo Pérsico, son de este mundo. "Pertenecen a clientes del hotel", comentó uno de los botones. Junto a estos deportivos, varios cazadores de autógrafos llevaban horas esperando el saludo fugaz de alguna estrella.