Bilbao
CUANDO estés triste y preocupado, y necesites una mano amiga... cierra tus ojos y piensa en mí/solo grita mi nombre, iré corriendo/invierno, primavera, verano u otoño/todo lo que tienes que hacer es llamar/ y ahí estaré, tienes un amigo". Son algunos de los versos de You"ve got a friend, canción escrita por Carole King y convertida en un éxito mundial por James Taylor a principios de los 70 del siglo pasado. El dúo ha vuelto a reunirse, casi 4 décadas después, para rescatar esa y otras muchas de sus antiguas y maravillosas canciones en el CD y DVD Live at the Troubadour (Universal), trabajo grabado en vivo en el mítico club de Los Ángeles. "Hablamos el mismo idioma, tenemos el mismo lenguaje", asegura Taylor.
James Taylor (Boston, 1948) lleva más de una década ofreciendo recopilaciones y discos en vivo o de versiones, pero hubo un tiempo, a principios de los 70, en el que el por entonces marido de Carly Simon estaba en la cúspide de toda una generación de cantautores sensibles y sentimentales. Aquel joven tímido y con problemas psicológicos, que había logrado el apoyo de The Beatles en su debut discográfico, conoció a Carole King en los locales del Greenwich Village de Nueva York, a finales de los 60. Ella era ya una compositora de éxito, que había creado números 1 para Drifters, Byrds, Monkees o Aretha Franklin, junto a su marido, Gerry Goffin.
Apenas estuvieron juntos, colaborando estrechamente, tres años. Ella le ofreció algunas canciones y salió de gira como parte de su banda. "Fue algo casual. Le pregunté que si quería venir y me contestó: Claro", recuerda Taylor. "Mi única pega para incorporarme con ellos a la gira es que yo tenía dos niños y no quería dejarlos. Cuando me dijeron que las actuaciones serían los fines de semana, acepté", rememora King. De aquella colaboración salieron dos de los mejores discos de la historia popular: Sweet baby James y Tapestry, obras de él y ella, respectivamente. Del segundo, King logró vender hasta 22 millones de copias.
el club Troubadour "Lo principal cuando tocábamos juntos es que hablábamos el mismo idioma, teníamos el mismo lenguaje", recuerda Taylor. Ella apostilla que "nadie se sentía por encima de nadie, nos escuchábamos unos a otros". La pareja actuó durante dos semanas en el club Troubadour, en Los Ángeles, local mítico donde se curtieron cantidad de músicos de la época, Tom Waits incluido. Esas actuaciones de 1971 han pasado a la historia. "Fue un periodo de colaboración muy corto pero muy creativo, en el que sucedieron muchas cosas. Muchas de ellas las propició nuestra amistad", rememora el dúo.
Casi cuatro décadas, el dúo ofreció media docena de actuaciones en el Troubadour, en 2007, que ahora se editan en formato de audio y video. Y King y Taylor se presentan con el grupo de entonces, The Section, integrado por el guitarrista Danny Kortchmar, el bajista Leland Sklar y el batería Russell Kunkel, en una sesión que resulta emocionante y demuestra que las grandes canciones lo resisten todo. Taylor se ocupa de la acústica y King del piano. Y ambos pasan de la voz principal a hacer coros al compañero en un repertorio clásico y que bebe del folk, el country y el soft rock.
Apoyados en la voz dulce de Taylor y guitarras suaves y acariciantes, la pareja hace un repaso por su cancionero de inicios de los 70, parte ya de la historia de la música popular, firmados por ambos. Por canciones como You´ve got a friend, Fire and rain (con la dependencia de la heroína que sufrió él de fondo), Carolina in my mind, So far away, Up on the roof, Something in the way she moves, Country road, la bluesera Smackwater Jack... Así, hasta 15 gemas repletas de textos humanistas, antimilitaristas y centrados en el amor y la amistad. Fuego y lluvia. Dulzura y amargura.
"Cuando toqué con James la primera vez, pensé que lo llevaba haciendo toda la vida. Todavía siento igual. Fue verdad el día que nos conocimos y lo sigue siendo cada vez que nos juntamos para tocar", indica King. "Carole y yo hemos sido muy amigos a lo largo de los años, nos hemos visto de forma regular. Y durante décadas nos decíamos que deberíamos volver a cantar juntos, que la banda estaba en un buen momento y que había que salir a la carretera mientras pudiéramos", replica él. Dicho y hecho. La prueba está en esta joya recién publicada. Amigos para siempre.