Bilbao

los bilbainos tienen fama de ser algo brutos. Fanfarrones. Exagerados, tal vez. Echados para delante. Atrevidos. Porque son de Bilbao. Jon Cortogoso, director de cine, también lo es. Nacido en el mismo botxo. Y ese carácter bilbaino le ha hecho embarcarse en el proyecto más ambicioso de su vida, rodar un largometraje. Su primer largometraje, su carta de presentación definitiva en el mundo del cine.

Hace sólo unos meses que Jon comenzó a dar la noticia. "Voy a hacer un largo", anunciaba ilusionado. Y desde ese momento no ha dejado de trabajar en ello. Escenarios, planos, material, actores, guión... Todo va cogiendo forma en este periodo de preproducción. Sin embargo, Jon se muestra receloso a mostrar todos los detalles de la película por ahora. Quiere mantener el suspense hasta el final, igual que en Hollywood. Pero va dejando pequeñas píldoras informativas. Y es que, como buen artista, quiere que todo el mundo conozca su criatura.

Su gran apuesta se titula, por el momento, 90 minutos. Una película de tensión psicológica que tendrá como escenario principal Bilbao, con sus espacios más glamurosos y sus montañas y bosques como protagonistas. La villa en su faceta nocturna captará los primeros planos del filme. "Bilbao ha cambiado mucho en los últimos años. Además de tener una gran alternativa para la fiesta, ha dado un giro enorme estéticamente, por eso creo que es una ciudad ideal para capturar unas imágenes vistosas", resalta Cortegoso. Otra cualidad de los bilbainos, orgullosos de su tierra. "El que piense que Bilbao es solamente una ciudad industrial con una ría que la atraviesa está muy equivocado. Tengo todo lo que necesitamos para rodar", recalca. Lo único negativo es que el clima puede retrasar el rodaje", resalta un excitado Jon. Bilbao condiciona.

Bares y Hoteles Para mostrar la noche bilbaina, Jon apuntará con su cámara a algunos bares, discotecas, hoteles y restaurantes. "He pensado en algunos sitios míticos a la hora de salir de fiesta, como The Loft, el Conjunto Vacío o The Image Club. Además de ser sitios amplios y vistosos, tienen una ubicación, una luz y una decoración que encajan con la historia", apunta el director. "También son sitios que conozco y me parecen interesantes, así que, de paso, los enseñamos un poco a la gente de fuera", señala. Los hoteles y restaurantes que tendrán el privilegio de participar en este proyecto aún no están decididos, "el abanico de posibilidades es enorme", apunta.

Para Jon comienza una aventura que ya han protagonizado directores de la talla de Borja Cobeaga, Koldo Serra o, incluso, el mismísimo presidente de la Academia de cine español, Álex de la Iglesia. Todos ellos son bilbainos. Todos con la experiencia de una primera vez en largometrajes impresa en su filmografía, apasionados por contar todo tipo de historias. Cine de verdad. Pero Jon prefiere no pensar en ellos. "Es bueno saber que de Bilbao han salido grandes artistas, no sólo directores, pero es mejor no fijarse en nadie", asegura. Tiene claro que esto no es una competición. Su único contrincante es él mismo, la viabilidad de su proyecto.

Un Nuevo cine El director no está sólo en este proyecto, ya que cuenta con el apoyo y los medios de la productora Bitart New Media, también de Bilbao. Gracias a ellos Jon no sólo reparte el peso de la responsabilidad, sino también el económico. Aún no se puede hacer una estimación de lo que va a costar esta producción. Eso sí, tanto la productora como Jon han decidido a arriesgarse con "otra forma de hacer cine", adelanta el director y también guionista. ¿Cómo? Gestionando pocos recursos económicos pero grandes recursos humanos. "Tenemos muchas ganas de empezar con el proyecto y somos conscientes de que tenemos que apretarnos el cinturón con el presupuesto, debido a los tiempos que corren. Por eso, Fernando Díez, productor de Bitart New Media, llevará la batuta de la producción, pero estamos cerrando un equipo de profesionales que también formarán parte del proyecto en el sentido económico. De esta forma conseguimos capitalizar parte de los trabajos y al mismo tiempo muchas personas trabajarán con la ilusión de ser parte inversora del proyecto", explica.

A pesar de que todos los agentes pongan su granito de arena en la producción de 90 minutos, no se cierra a contar con las ayudas económicas institucionales "de toda la vida, aunque reconocemos que es un tema muy complicado y no puedes estar esperando toda la vida a que suene la campana", asegura.

El rodaje de las primeras escenas comenzará este año. Pero antes, Jon debe seleccionar a los actores que protagonizarán su largometraje. Para hacer más fácil la elección, dos empresas, una de Euskadi y otra madrileña, están gestionándole al director dos castings -uno en Bilbao y otro en Madrid-. Se realizarán dentro de un mes, aunque aún no hay una fecha concreta, pero de ellos saldrán los nombres del equipo de actores. "No es una película en la que salgan bastante actores así que las necesidades no son exageradas", apunta. "No necesitamos perfiles muy concretos, más bien buscamos encontrar el perfil de interpretación que requieren un par de papeles importantes", explica Jon, que está seguro de que encontrarán en Bilbao a la persona perfecta para dar vida a esos personajes. "De Bilbao han salido ya algunos artistas muy importantes, hay mucha cantera", resalta. Barriendo para casa, una vez más. Sin embargo, acompañado de una sorisa pícara se le escapa el nombre del posible protagonista: Javier Ríos, conocido por su papel en la serie televisiva El Internado. "Estamos en negociaciones con él", señala. El actor ya trabajó con Cortegoso en su último cortometraje, en el que también aparecía la cantante Edurne.

El proceso va a ser largo. Jon lo sabe. Grabar un largometraje requiere su tiempo. Por eso aún no se puede hablar de una fecha de estreno. 90 minutos es sólo un título. Nada más. Aunque el director deja caer una idea: "No estaría mal intentar que su duración sea la misma que su titulo, ¿no?".