La llamativa brasileña que trabajó como recogepelotas durante el ATP 500 de Río de Janeiro, no se cortó al mirar con todo el descaro y deseo posible a Rafa Nadal. Durante uno de los descansos, las cámaras captaron cómo la morena devoraba con la mirada al tenista, provocándole incluso incomodidad y 'obligándole' a mirar hacia otro lado. Parece que no consiguió desconcentrar a Nadal, que batió en la final al ucraniano Dolgopolov por 6-3, 7-6 (3).
- Multimedia
- Servicios
- Participación
