Los nuevos aires del legendario y reagrupado grupo Ganbara y la fiesta polirrítmica y plurilingüe de Esne Beltza son el par de "guindas" euskaldunes, cada una dirigida a una franja de edad diferente, del XI Mendebala Folk, festival gratuito que se celebra en la localidad vizcaina de Sopuerta, en las campas de Santa Ana, hoy y mañana, a partir de las 22 horas. Completan el cartel de la cita, que "busca nuevas fórmulas ampliando su campo de actuación e investigación", un crisol de bandas como Gatu Malu, Maitips, Biella Nuei & Javier Paxariño, Ulträqäns y Judith Mateo, que combinarán folk, reggae, rock y ska.

La labor ingente y desinteresada del colectivo humano que impulsa Mendebala Folk vuelve a lograr la supervivencia de un festival que, además, seguirá siendo gratuito a pesar de los bandazos de la crisis. Con el apoyo económico del Ayuntamiento de Sopuerta, Diputación de Bizkaia y Gobierno vasco, y con la colaboración de DEIA, el festival vivirá otra edición en la que "se ha mantenido la filosofía participativa", pero ofrece aires renovados ya que el certamen estaba "encorsetado", debido al origen de sus participantes.

El hasta ahora Festival de los Pueblos, Músicas y Culturas del Cantábrico ha ampliado su radio de acción. "Hemos buscado nuevas fórmulas sin las limitaciones geográficas del mar Cantábrico o sus montes. Se ha abierto este año el campo de actuación y de investigación, y nos hemos adentrado en las zonas pirenaicas y más en el interior de Castilla", explica el portavoz del colectivo Mendebala, Santi Rodríguez. El festival, que contará con zona de acampada gratuita, ofrecerá también una feria de artesanía, txosnas y merchandising (camisetas, bolsas…), para facilitar que las cuentas económicas cuadren.

El festival, referencia folk no solo en la zona encartada sino en toda Bizkaia, se celebrará en dos sesiones y espera acercarse, si no superar, a los 10.000 asistentes logrados el año pasado, en su décima convocatoria, en la que se contó con el tirón de los populares Celtas Cortos. La jornada de hoy, que arrancará a las 22 horas, se abrirá con el grupo Gatu Malu, una banda "referencia del folk más cántabro" y que apuesta por el firme compromiso con la música de sus mayores pero "buscando un sonido nuevo", según Rodríguez. El quinteto ofrecerá temas cantados y de baile en un ambiente de fiesta. "Es un grupo muy seguido, esperamos que acuda gente de Cantabria a verlo", apostilló.

El cartel de hoy se completará con otras dos ofertas musicales dispares. De un lado, la violinista Judit Mateo, de raíces asturianas pero radicada en Castilla. Cuenta con cierta relevancia internacional pero es menos conocida en el Estado español a pesar de haber colaborado con Hevia. "Su directo es arrollador", apuntan desde la organización, que destacan también que su folk se embriaga de funk, ska o rock, según las canciones. Además, "transmite un espectáculo adaptado a las nuevas tecnologías, con una cuidada escenografía y proyecciones visuales", inciden.

Mañana, sábado, serán cuatro los grupos participantes. Abrirá Ganbara, grupo donostiarra de referencia para el folk vasco de los 80 y 90, que hizo historia por su querencia por los aires jazz y folk de su repertorio de discos como Behin batean (1982), Banan banan (1985), Harat honat (1987). El grupo se disolvió tras publicar Itsas zabalean, en la segunda mitad de los 90, pero ha vuelto a la actualidad hace unos meses con el álbum Eguntto batez, impulsado por miembros fundadores como María Eugenia Etxeberria (voz) y con la savia fresca de jóvenes integrantes como el trikitilari Xabi Aburruzaga.

Esne Beltza es la otra banda vasca del cartel de mañana y, seguramente, la que más público llevará a Sopuerta dada su proyección entre la juventud euskaldun. El grupo liderado por la triki de Xabi Solano, capaz de alternar, siguiendo el modelo de Mano Negra y Negu Gorriak, la raíz del folk vasco con el ska, el hip hop, el reggae, el rock y diversas sonoridades étnicas, hará un repaso por su discografía, que salta del hedonismo a la crítica sin sonrojo y utiliza el euskera como base pero sin cerrarse a múltiples idiomas, los de sus múltiples colaboradores. Con ellos estará el grupo aragonés Beilla Nuei, que ofrecerá su espectáculo Oyendo crecer la hierba, con la colaboración de Javier Paxariño. "Es un proyecto ambicioso de recuperación de melodías y costumbres, de confraternización con los roles de resistencia rural, de aprendizaje del ritmo vital, tranquilo y coherente con la naturaleza", según Rodríguez. Y tras la calma, el día se clausurará con la tempestad de los gallegos Ulträqäns, una especie de olla exprés donde el folk de su tierra es una excusa para montar una fiesta aderezada con punk, rock, ska, jazz o funk. "Su consigna es llevar las músicas de raíz y tradicionales a las discotaskas. Es un grupo muy bueno para acabar el festival", concluye Rodríguez.