La joven moldava está enamorada del capitán del 'Costa Concordia'

Roma. La joven moldava Domnica Cemortan, que fue vista en compañía del capitán del crucero Costa Concordia, Francesco Schettino, la noche del viernes 13 de enero cuando el buque encalló en aguas de la isla italiana del Giglio, ha asegurado que está enamorada de él. Cemortan hizo estas declaraciones en el interrogatorio de casi cinco horas al que se sometió el miércoles ante los fiscales que siguen el caso y cuyo contenido difundió ayer la prensa italiana. Según el diario La Stampa, la joven moldava admitió que se encontraba en el puente de mando como invitada de Schettino la noche de la colisión y declaró: "Sí, es cierto, estoy enamorada del capitán". "Lo amo, no es justo destruir su imagen. Todos se han puesto en su contra", declaró esta exbailarina de 25 años y azafata de la compañía Costa Cruceros, propietaria del buque accidentado. Los submarinistas que han inspeccionado el interior del crucero han encontrado objetos personales de la bailarina moldava en el camarote del capitán. Al ser preguntada sobre este particular, Cemortan dijo que "en el buque" ella era "amiga de todos".

La presencia de Cemortan en la nave dio lugar a muchas conjeturas sobre quién era y qué hacia en la sala adyacente al puente de mando en el momento del choque, pero ella misma quiso salir al paso de todas ellas al asegurar al diario Corriere della Sera el pasado 20 de enero que no era la amante de Schettino. Durante el interrogatorio del miércoles, Cemortan siguió, además, defendiendo la actuación del comandante la noche del accidente, como ya había hecho en otras ocasiones, en las que calificó a Schettino de "héroe", y aseguró que hizo todo lo posible para salvar a todos los pasajeros que viajaban a bordo de la nave. En plena contradicción con la versión ofrecida días antes por el capitán, confirmó que estaba a bordo del buque y que se encontraba en el puente de mando cuando el crucero chocó con el escollo que abrió una vía de agua de más de 40 metros y provocó el hundimiento.

Schettino, de 52 años, casado y con una hija adolescente, se encuentra en arresto domiciliario en Sorrento acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave y naufragio. Su esposa, Fabiola Russo, declaró la semana pasada a Paris Match que Schettino conoce los barcos "a fondo. No se cansa de estudiar, de conocer los límites y su conducta. No se ha limitado a timonear. Por esto siempre fue una referencia, un maestro para la tripulación" afirmó. "Es decidido, firme, lúcido. Analiza las situaciones, comprende y sabe gestionar". Tal vez ahora no le alabe tanto.