BARCELONA. Alto voltaje sexual,mucho espectáculo y un públicoentregado fueron las principalescaracterísticas del concierto queofreció el miércoles Rihanna enBarcelona dentro de su gira Loud.La aparición en escena de la cantantefue grandiosa. Fuegos artificialesprecedieron a las cuatro pantallasgigantes redondas que se abrieronparadejar entrar a Rihanna dentrode una cápsula transparente dela que salió cantando Only Girl inTheWorld, bailando sobre unos taconesamarillos y ataviada con unachaqueta azul eléctrico.

Ocho bailarines, nueve pantallasgigantes, una cinta transportadorasobre el escenario, mucho humo,vídeo-clips frenéticos, un espectacularjuego de luces y una plataformahidráulica arroparon a la reinade la sensualidad, que en el segundotema se quitó la chaqueta paraquedarse en biquini.

La temperatura fue subiendo hastallegar a su punto álgido cuandoeligió a un hombre entre el público,lo lanzó sobre la plataformahidráulicay bailó sobre el afortunado conmovimientos de estrella porno.Otra plataforma permitió a la cantantede Barbados acercarse más alpúblico y tocar la batería con másenergía que aptitudes musicales.Los presentes enloquecieroncon Live your life y los gritos de “Barcelona! Are you ready?” quelanzó la energética caribeña de 23años.

Los espectadores se rindieron a ladiva y lo demostraron con énfasiscuando le lelgó el turno a hits comoWhat’smy name? oUmbrella, que lospresentes bailaron con brazos en altoy coreando la letra a voz en grito.Pero fue el último tema,We foundlove, el que hizo temblar los cimientosdel Palau Sant Jordi.