Embarque con curiosidad la persona interesada en este viaje porque se entremezclan no pocas aventuras, comenzando por la de Mariano Luis de Urquijo y Muga, quien da nombre a Alameda Urquijo tras una vida reseñable y aventuresca. ¿Quieren algunas pinceladas de ese pasar por el mundo? Nació en Bilbao el 8 de septiembre de 1769 y fue elegido alcalde de Bilbao y diputado de la Junta de Gernika. Aseguran las crónicas que también fue procesado por el tribunal de la Inquisición por la traducción de la obra de Voltaire La muerte del César, denunciado por las compañías de teatro madrileñas. Era un ilustrado. En julio de 1800, fue nombrado por aclamación Diputado General de Vizcaya y Padre de Provincia, y el 3 de marzo de 1812 se le condecoró con el Toisón de Oro. Murió en París, el 3 de mayo de 1817, y fue enterrado en el cementerio del Père La Chaise.

¿Quieren más? Alameda Urquijo se cruza con la calle José María Escuza, un rico filántropo de Orduña que tuvo tratos con Casilda Iturrizar y que dejó un legado para el Hospital de Basurto (un pabellón lleva hoy su nombre...) y que primero dio nombre a la que hoy se conoce como calle Diputación. Hablamos, por tanto, de dos hombres de peso que se cruzan justo donde hoy se levanta el protagonista de esta historia.

Fábrica de calzado

Hoy se le conoce como edificio Garage, pero no siempre fue así. Nació con vocación de ser una fábrica de calzado pero nunca llegó a acoger esta actividad. Este edificio se proyectó para la familia Berrio en 1941. Su construcción finalizó en 1945, con la intención de comenzar la actividad fabril para la que fue concebido. Los hermanos Berrio poseían una fábrica de calzados a las afueras de Bilbao, y mientras se trasladaba la producción y la maquinaria a su nuevo edificio, los primeros pisos se destinaron para talleres, almacenes o garajes. Esta actividad provisional siguió y la producción de calzados nunca se trasladó a la Alameda Urquijo.

Se engloba dentro de la arquitectura industrial del Movimiento Moderno propia del Ensanche según proyecto de José María Sainz Aguirre y fue construido entre 1942 y 1943, en hormigón armado, con aires de art decó, en su variedad de streamline moderno, un estilo aerodinámico que tuvo su apogeo en el año 1937 y su influencia se extendió hasta los años 50. Se caracterizaba por el uso de formas curvas, líneas horizontales largas y a veces elementos náuticos, como barandas y ventanas de portillo. Si quieren un ejemplo similar y pueden, visiten el edificio de Coca Cola en Los Ángeles (EE.UU.).

Les propongo un juego. Si quieren comprobar el estilo de José María Sainz Aguirre deténganse en el edificio Gran Vía 69 – 71. Lo firma el mismo arquitecto antes de la construcción del Edificio Garage. Con ese peculiar estilo art decó de los años 30, con sus balcones de formas curvas y con distinto fondo en la fachada, José María Sainz Aguirre edificó este edificio que ocupa toda la esquina de la calle Gran Vía con el inicio de Doctor Areilza. Data de 1938.

Edificios industriales

En la postguerra se construyeron en el Ensanche de Bilbao numerosos edificios industriales de extraordinaria calidad, caso de este de Urquijo. El proyecto del arquitecto José María Sainz de Aguirre ofrece como nota singular la brillantez para resolver la complejidad de dos funciones contrapuestas; la residencial y la industrial. La solución fue la articulación de un edificio en clave de racionalismo expresionista, donde sobresale el torreón del ángulo de rotundo y majestuoso trazado curvo. Dicen los expertos que es una composición muy acertada y de gran belleza plástica, donde reluce el contraste entre la verticalidad del torreón y la horizontalidad de los vanos acristalados continuos de los pisos primero y segundo, correspondientes al uso industrial.

En la fachada escasean los elementos decorativos. Los pocos que se ven son unas estructuras verticales que se localizan en el torreón y algunas molduras horizontales que rodean el edificio en su perímetro. Todo austero y elegante.

Distintos nombres

Se le ha llamado de muy variadas formas: Garaje Indautxu y también Garaje San Mamés o Garaje Ellacuría. Hoy se resume todo a Edificio Garage, apoyándose en la ortografía del rótulo que corona su entrada en curva. Catalogado como edificio monumento, su rehabilitación integral deberá mantener la estética. He ahí uno de los desafíos. Se encuentra inscrito como Bien Cultural en la categoría de monumento en el Inventario General del Patrimonio Cultural por el Gobierno vasco, según resolución publicada en el BOPV de 9 de febrero de 2011. Según la documentación recogida para esta decisión “la delimitación propuesta viene justificada por la necesidad de preservar los valores ambientales, estéticos y visuales del Garaje Indautxu, en un entorno urbano claramente definido y consolidado en el cual está integrado.

La delimitación resulta necesaria para la debida protección y puesta en valor del bien, es coincidente con los límites claros que establecen por un lado las calles que lo determinan y por otro la propiedad definida por su propia naturaleza”, aseguran los textos.

Hoy el edificio del Garaje San Mamés se prepara para su rehabilitación de cara al uso residencial que le reserva el siglo XXI. El plan trabaja en la construcción de pisos de lujo que van a ubicarse en un céntrico punto de la ciudad. No se espera que allí se levante zapatería alguna.