El tradicional txupin que marca el inicio de Aste Nagusia ha venido este año acompañado de un calor sofocante… y también de mucha harina. Como ya es costumbre, tras el estallido festivo en la Plaza del Arriaga, decenas de personas se han lanzado a la ría para refrescarse, a pesar de que el baño está expresamente prohibido.
El Ayuntamiento de Bilbao había vallado toda la zona cercana al puente de El Arenal para impedir el acceso al agua, pero la medida no ha sido suficiente. A pesar del dispositivo de seguridad, varios grupos han sorteado las vallas y han acabado dándose un chapuzón entre vítores, espuma y restos de harina.
La escena se repite casi cada año, pero este 2025 el calor y la efusividad tras el txupin parecen haber animado todavía más a los bañistas improvisados. Las autoridades han recordado que el baño en la ría está prohibido por motivos de seguridad, y han apelado a la responsabilidad ciudadana durante las fiestas.
Desde la barandilla del puente del Arenal, jóvenes —solos o en pareja— han protagonizado espectaculares saltos ante la mirada de cientos de curiosos. El ambiente festivo, marcado por la temperatura elevada y el clásico baño de harina, ha terminado en chapuzón colectivo, pese al dispositivo municipal para evitarlo.
