N Bilbao aún se le recordaba al famoso compositor Nicolás Ledesma, bisabuelo de Jesús, como compositor de toda la música religiosa conocida en aquel tiempo y maestro de capilla de la Basílica de Santiago. Además, después de la Guerra Carlista se había instalado en la ciudad una burguesía culta interesada por el arte, la cultura y en especial la música. Aquí los salones de tertulias eran muy frecuentados y las clases sociales altas, los jauntxos se preocupaban por los artistas y les ofrecían su mecenazgo. A finales de siglo nació El Cuartito, un grupo de intelectuales aficionados a la música, que tuvo gran importancia para la vida musical de Bilbao. El artista Lope de Alaña presentó a Jesús Guridi a los miembros del Cuartito como uno de los bisnietos de Ledesma. Tras interpretar éste al piano unas composiciones propias se declararon admiradores suyos. Gracias a esas actuaciones, Jesús conoció al que fue su padrino y mecenas, el Conde de Zubiria. Guridi tomó sus primeros cursos de música en Bilbao, donde compuso sus primeras partituras y ganó los Juegos Florales de 1902. Estudió con Vincent d’Indy en la Schola Cantorum de París, con Joseph Jongen en Bruselas y con Otto Neitzel en Colonia. Regresó a la capital vizcaína en 1909, para hacerse cargo de la Sociedad Coral Bilbaína y alternar su carrera de director de orquesta con la de organista. En 1914 ganó una cátedra en el Conservatorio de Madrid, con el que estuvo vinculado hasta su fallecimiento.

Esa es la fórmula express de su biografía, donde no se debe olvidar mencionar algunas de sus obras más célebres como El caserío, Diez melodías vascas y Amaya. En 1916 unos chavales fueron en busca de aventura y se adentraron en una cueva. Arrancaron unas estalactitas gigantes y descubrieron un pasadizo secreto en el que se adentraron y encontraron unas pinturas. Poco tiempo después, el 7 de agosto de 1916, el compositor se hospedó en un balneario de Kortezubi. El hijo del dueño le contó que habían visto dibujos en una cueva de la zona. Interesado por el relato, el compositor organizó una excursión. El 11 de agosto de 1916 se adentraba con ellos en la cueva comprobando que se trataba de pinturas rupestres. Guridi comunicó el hallazgo en Bilbao a Manuel Losada, vocal de la Comisión de monumentos de Bizkaia, quien dio conocimiento oficial en una reunión que figura en un acta del 15 de mayo 1917 de dicha comisión, a la que el compositor fue invitado para exponer los detalles de lo que había descubierto. Era Santimamiñe.

Protagonista: Jesús Guridi.

Gesta: Compositor vasco. Biznieto de Nicolás Ledesma, con una producción extensa en la que destacan ‘El caserío’, ‘Diez melodías vascas’ y ‘Amaya’. A su vez, en una estancia en Kortezubi tuvo noticia del hallazgo de unas pinturas en una cueva y su empeño descubrió lo que hoy se conoce como Santimamiñe.