La edad recomendada para tener un smartphone es a partir de los 14 años y en función de la madurez del menor, a partir de los 16 años. La experiencia nos está demostrando que cuanto más tarde mejor, ya que no tienen la madurez suficiente como para usarlo de una forma segura y consciente. Además de la edad, el smartphone debe ir acompañado de un compromiso de la familia para ofrecer una formación sobre el uso adecuado y consciente, riesgos y prevención, delitos y consecuencias penales… También se recomienda que por lo menos durante el primer año, el smartphone se use únicamente en el tiempo establecido por la familia, preferiblemente los fines de semana, y en presencia de la familia. Es decir, que se haga un uso conjunto porque es la única forma en la que se puede enseñar a hacer un uso consciente del smartphone y de las redes sociales, y a detectar y prevenir riesgos. La única razón por la que los adolescentes quieren un smartphone es para usar redes sociales.

Los relojes inteligentes o smartwatches son relojes que además de dar la hora, tienen un GPS incorporado, pueden conectarse a internet y pueden tener más funciones como llamadas y videollamadas, cámara de fotos y grabación de vídeo, Whatsapp, juegos, música… Muchas familias comienzan a regalar relojes inteligentes como alternativas a los smartphones, pero no se paran a mirar las funciones que tienen estos relojes ni las edades recomendadas por expertos.

Los relojes inteligentes pueden ser un gran foco de distracción para los niños.

Los smartwatches o relojes inteligentes recomendados para niños por la propia industria traen aplicaciones que no son para niños y que les pueden generar situaciones de riesgo. Muchos de estos relojes traen la opción de tener número de teléfono propio y de instalar redes sociales como Whatsapp. Recordemos que WhatsApp es una aplicación que en sus términos de uso establece que para poder usarla hay que tener más de 16 años. Un reloj inteligente recomendado para niños no debería tener esa opción.

Muchos relojes inteligentes tienen la opción de instalar juegos y otras aplicaciones similares a las de un smartphone. Basta con pasarse por la página web de Google Play para ver las aplicaciones y juegos que se pueden instalar en los relojes. Hay familias que no se dan cuenta de que intentando retrasar la entrega de un smartphone, se lo están poniendo en la muñeca las 24 horas del día.

Aunque los relojes inteligentes tengan menos prestaciones que los smartphones y un acceso mucho más limitado a internet, algunos se asemejan mucho. Es importante pensárselo muy bien antes de regalar un smartwatch o un reloj inteligente a un niño. Lo primero que debemos valorar es si lo necesitan. ¿Es necesario que un niño esté controlado las 24 horas? El marketing y la publicidad explotan el mayor miedo de las familias para convencerlas de que lo necesitan para que sus hijos estén más seguros pero no es cierto. 

Este tipo de tecnología es adecuada para niños si hay alguna situación especial en la familia que lo requiera como por ejemplo una separación difícil o pertenecer a una familia famosa o muy adinerada donde haya un riesgo real de secuestro. Si no estamos en este tipo de situaciones no hay necesidad de tener controlado a un niño las 24 horas. 

GPS y mucho más

Si es necesario, hay que pensar qué tipo de funciones queremos que tenga ese reloj. Si el objetivo es saber dónde se encuentra en cada momento, basta con un reloj que tenga GPS incorporado. En este caso deberemos asegurarnos de que solamente su familia está accediendo a la ubicación del menor, que nadie más pueda hacerlo. Como en casi todos los productos de tecnología de consumo, los fabricantes crean dispositivos para que sean muy fáciles de usar y hay que tener un poco de conocimiento técnico para que sean realmente seguros. Este tipo de relojes, que solo tienen GPS, son adecuados para cualquier edad.

Si optamos por un reloj que tenga la opción de mandar mensajes y de hacer llamadas y videollamadas, es fundamental limitar los contactos para que los niños puedan interactuar únicamente con sus familias. Para hacer estos ajustes, muchos de estos relojes inteligentes ya traen controles parentales incorporados. Este tipo de relojes están recomendados para mayores de 9 años.

No se recomienda en ningún caso que los relojes inteligentes para niños tengan juegos, música, cámaras ni cosas parecidas, ya que van a ser un foco de distracción y riesgos, y van a tener un impacto negativo en la atención de los menores en clase, mientras hacen las tareas escolares y mientras estudian.

Hay otro tipo de relojes que además de las prestaciones anteriores tiene la opción de conectarse a internet, añadir muchas aplicaciones y entre ellas redes sociales como WhatsApp. Este tipo de relojes serían para menores a partir de los 13 años.

De la misma forma que ocurre con los teléfonos, se recomienda que la familia cree unas normas de uso y que los dispositivos permanezcan en la mochila mientras estén en los centros educativos para evitar distracciones para ellos mismos o para el resto de la clase.