Hoy en día todos tenemos claro que la seguridad informática es un pilar básico, pero no acabamos de tomar medidas, seguimos siendo unos valientes, o mejor, unos absolutos inconscientes por no llamarnos descerebrados. A nivel sistemas seguimos encontrando miles de ordenadores con sistemas operativos como Windows 7 que hace años que no se pueden mantener a nivel de seguridad. Algo tan sencillo como sustituir el router que nos pone una operadora, que es el mismo para todos sus clientes particulares y de empresas, por uno con un nivel de seguridad y cortafuegos potente es ya un paso para evitar problemas. Haz una prueba muy sencilla, busca el modelo de router que tienes en casa y escribe en Google “como hackear el router...” y si después de esto no te asustas es que no le tienes miedo a nada. Tener actualizados todos los dispositivos, todo nuestro software es una norma. Ya no me sirve lo de “después de actualizar me va peor”. Los hackers están deseando que no actualices porque de esa forma saben como entrar, conocen el agujero de seguridad y todos tus datos y toda tu información estará expuesta.

Pero cuando hablamos de cuál es el problema más grave de seguridad, está claro que no es el software ni el hardware, somos nosotros, el error humano. Cuántos teléfonos móviles se infectan de publicidad no deseada por el simple hecho de haber pulsado “sin querer” en banner, haber instalado una aplicación que no necesitábamos pero que nos prometía evitar los radares móviles o pulsar sobre el enlace de ese SMS que nos ha llegado de un banco del que ni siquiera somos clientes. Tanto los particulares como las empresas deben dedicar más tiempo a formarse, entender cono funciona la tecnología. Hay más satisfacciones del buen uso que riesgos y muchas veces los problemas de seguridad se tratan de resolver con reiterados cambios de contraseñas que al final hacen que aparezcan escritas en un post-it y pegadas en la pantalla del ordenador. Cualquiera que tiene un smartphone está expuesto a que sus datos sean robados, a que hagan un uso fraudulento de sus sistemas de pago y solo con el sentido común y con la formación vamos a poder tener nuestros datos guardados de forma segura. El tiempo empieza ya.

@juandelaherran