REINO UNIDO. Noah Wall nació con menos del 2% de su cerebro. Los médicos apostaron por que no sobreviría pero el pequeño británico está rompiendo todas las previsiones. Según el diario Mirror, Noah desarrolló una rara complicación en la espina bífida mientras estaba en el útero, impidiendo que pudiera desarrollarse. Sin embargo, su cerebro ha ido ocupando el espacio hasta llegar al 80%, lo que le ha permitido aprender a leer y escribir.