donostia - El Hospital Donostia es el centro de referencia en la CAV y la Rioja en implantes cocleares que permiten una mejora de la audición, un campo en el que practica los últimos avances. Con cerca de 40 implantes al año, niños y adultos son tratados por un equipo multidiscliplinar que acumula experiencia en este proceso desde 1991. Actualmente, este centro está dando un paso más con la prueba de los implantes cocleares wireless, de forma que en un futuro los pacientes implantados podrán escuchar directamente de la línea telefónica, o seguir una conferencia desde el micrófono del propio ponente.

Un implante coclear es un dispositivo electrónico que se implanta en los pacientes que tienen una pérdida de audición completa o casi completa, para la que ya no sirven los audífonos. “Se compone de dos partes. Una interna que se coloca por medio de cirugía en el cráneo, y una parte externa que los pacientes se ponen y se quitan cuando quieren hacer uso de él”, explica el otorrinolaringólogo del centro, Xabier Altuna. Pero la tecnología está llevando a estos aparatos a otro nivel. Altuna anuncia el último y novedoso trabajo del hospital. “Estamos probando un dispositivo nuevo, que es el wifi de estos implantes cocleares. Somos uno de los hospitales a nivel nacional que lo prueba antes de que salga al mercado”, revela.

Se trata de un avance gracias al cual se podrá utilizar el dispositivo con el ordenador o con el teléfono. “Y lo que nos resulta más importante es que un profesor o conferenciante podrá ponerse un micrófono desde donde la señal entra directamente al implante coclear, sin el ruido de alrededor. El avance es exponencial en los últimos años, y lo que tendremos que ver todavía va a ser más esperanzador”, destaca el doctor. Pero este no es el único ámbito en el que el centro guipuzcoano es pionero, también lo es en indicaciones emergentes, que son las pautas más novedosas que se pueden seguir en esta materia.

Hasta ahora los implantes solamente se ponían en pacientes con sordera completa y bilateral. Hoy en día, no obstante, las indicaciones están creciendo y el Hospital Donostia es uno de los centros autorizados en practicar estos implantes en los dos oídos a los niños, cuando lo habitual es solo en uno. “Consideramos que siempre es mejor oír de dos oídos que de uno”, añade Altuna. Las sorderas asimétricas, en las que se oye más de un oído que del otro, y las unilaterales, en las que no se oye nada de un oído pero sí del otro, también entran en estas indicaciones emergentes. “Está aprobado y se considera un tratamiento muy eficaz en esas sorderas y también en las relacionadas con ruidos o con acúfenos incapacitantes”, detalla.

un proceso de 24.000 euros Gracias al implante, aquellos niños que nacen sordos pueden oír y hacer vida normal antes de cumplir el año de edad. “El cambio es radical”, anuncia. “La gran mayoría de estos niños no han oído nunca, o muy poco, y de repente oyen sonidos que son totalmente nuevos para ellos”, relata el doctor. La posibilidad de entrar en el mundo “normooyente”, de ir al colegio y a la universidad con normalidad se abre para dos niños de cada mil, que nacen sordos en el mundo desarrollado y son candidatos al implante.

Los casos de los adultos son bien distintos, puesto que su sordera es adquirida por distintas enfermedades o por la edad. La incidencia de la implantación es de un caso al año por cada 100.000 habitantes, lo que se traduce en diez o quince casos en Gipuzkoa. Para que el sistema de implante coclear funcione bien es imprescindible un equipo multidisciplinar. Los otorrinolaringólogos, audiólogos y radiólogos proceden a hacer las pruebas pertinentes para detectar si un paciente es candidato para el implante. “Una vez hecha esa primera valoración llega la parte quirúrgica. Operamos al paciente y después de 24 o 48 horas se va a casa”, cuenta Altuna. Tras extraer los puntos una semana más tarde, se espera un mes para hacer la “primera activación”. Se trata de programar las intensidades que necesita el paciente para oír, dependiendo del ambiente en el que lo va a utilizar. Después de un seguimiento cercano durante los siguientes meses, el paciente pasa a necesitar una revisión anual de por vida. Este proceso está financiado por la Seguridad Social, y se estima en 24.000 euros.

El hecho de llevar un implante no supone ningún riesgo, salvo que se deben tomar algunas precauciones. “Por ejemplo, deben comentarlo cuando le van a hacer una resonancia magnética, o si se va a someter a cirugía, porque hay que tomar medidas”, detalla Altuna. Hasta hace muy poco los pacientes no podían bañarse si llevaban el componente externo. Ahora, sin embargo, van apareciendo accesorios para que ese procesador externo sea sumergible. Los únicos riesgos pueden provenir del momento de la operación, aunque son prácticamente cero. “Es una cirugía que bien hecha, es muy segura para el paciente”, aclara.

El 25 de febrero, con motivo del día Internacional del Implante Coclear, el hospital celebrará un acto con los pacientes y sus familias.