National Geographic presenta al spinosaurus, el gigante del Cretácico
WASHINGTON. "Spinosaurus: El gigante perdido del cretácico" muestra una reconstrucción del esqueleto del enorme dinosaurio que vivió en ese periodo y que, con unas dimensiones de 6 metros de alto y 15 de largo, era aproximadamente 2,5 metros más grande que el tyrannosaurus rex, conocido como el "rey de los dinosaurios".
La National Geographic ha auspiciado la investigación encabezada por los paleontólogos Nizar Ibrahim y Paul Sereno, de la universidad estadounidense de Chicago, que ha confirmado que el animal poseía unas características únicas que le permitían desenvolverse en la tierra y en el agua.
El equipo de paleontólogos, que completan Cristiano Dal Sasso y Simone Maganuco del Museo de Historia Natural de la ciudad italiana de Milán, y Samir Zouhri, de la Universidad Hassan II de Casablanca, en Marruecos, analizó los fósiles y creó un novedoso modelo digital en 3D.
Entre las características que hacen diferente a este animal están las fosas nasales retráctiles, que podía poner encima de la cabeza para facilitar la respiración cuando estaba parcialmente sumergido, según señaló Sereno durante la presentación.
"Es una especie de puzzle con características de diferentes animales", indicó a Efe Cristiano Dal Sasso, que señaló las patas planas que creen que serían palmeadas, como las de los patos, para ayudarles a propulsarse en el agua.
Además, el esqueleto del cráneo revela que tenía unas aberturas neurovasculares en el extremo del hocico, similares a los que tienen los cocodrilos, con receptores de presión que les permiten detectar el movimiento en el agua.
La exposición, que estará abierta hasta el 12 de abril de 2015, recrea la historia del spinosaurus aegyptiacus desde que el paleontólogo alemán Ernst Freiherr Stromer descubrió a principios del siglo XX los primeros fósiles en el desierto del Sahara.
Sus estudios, sus dibujos y sus anotaciones revelaban algunas de las características poco comunes de este animal prehistórico, que los investigadores consideran "una rareza".
Sin embargo, un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial destrozó los fósiles y la ciencia tuvo que esperar más de un siglo hasta que el desierto del Sahara, esta vez en Marruecos, dio nuevas pruebas de su existencia.
Inspirado por el legado de Stromer, Ibrahim comenzó su propia investigación sobre el spinosaurus que le llevó a Marruecos, donde en 2008 fueron descubiertos restos parciales de su esqueleto, que fue analizado y comparado con otros fósiles y con los documentos de Stromer.
Los investigadores consideran que el spinosaurus aegyptiacus vivió en una era de criaturas gigantes y grandes depredadores, algunos de los cuales también están recreados en la exposición, junto con restos de fósiles auténticos.
"Esta muestra es una historia fascinante de los descubrimientos modernos y nos lleva 95 millones de años atrás en el tiempo a lo que era, probablemente, el lugar más peligroso de la Tierra", señaló Kathryn Keane, vicepresidenta de exposiciones del museo de la National Geographic Society.
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