El creador de "Apalabrados" se vuelve preguntón

MADRID. "Preguntados", que la empresa Etermax lanza hoy, estará disponible para los sistemas operativos de móviles iOS y Android, y en el futuro se desarrollará para el ordenador de sobremesa, explica Cavazzani.

Entre sus diferencias respecto al popular juego de mesa figura un "cerebro" o sistema inteligente que constantemente evaluará las preguntas que los propios usuarios podrán introducir, y descartará aquéllas que no sean de calidad o resulten aburridas.

"Lo que hace -gracias a una serie de variables- es reflotar las buenas cuestiones y eliminar las malas. Y evitar que una pregunta sea contestada por el mismo jugador más de una vez", uno de los problemas del clásico Trivial, popularizado en la década de los ochenta y del que se han vendido casi 90 millones de ejemplares.

Otra ventaja, explica el argentino de 27 años, es que la aplicación comparte todo el universo de Etermax en términos de nombre de usuario, amigos, preferencias etcétera y, además, ha desarrollado una mecánica e interfaz de juego específica para el móvil.

Según el CEO de Etermax, cuyo "Apalabrados" lleva más de doce millones de descargas en el mundo, este tipo de juegos de preguntas y respuestas son simples, pero necesitan un contenido de calidad.

Por esta razón, las sucesivas versiones incorporarán herramientas para que los usuarios puedan introducir "cada vez de forma más compleja" preguntas en el sistema y evaluar las de otros usuarios.

"Cada pregunta tendrá una puntuación y el usuario se construirá una reputación dentro del juego a medida que va aportando contenido al juego", cuyo desarrollo requirió de cuatro meses de trabajo, aunque su "infraestructura" es la misma que "Apalabrados" (el juego 'on line' más descargado durante 2012).

La empresa bonaerense, integrada por sesenta personas, cree que "Preguntados" puede ser el heredero de "Apalabrados" y está segura de que tendrá un mayor impacto en Latinoamérica de lo que tuvo su antecesor.

Cavazzani, ingeniero informático, destaca entre las virtudes de su juego -en el que habrá vidas y tiros extras-, la posibilidad de "chatear" con los amigos sin necesidad de abrir una partida, ver lo que están haciendo los amigos a través de Facebook o batirse en duelo con los contrincantes.

"Son pequeñas cosas que parecen ínfimas, pero que hacen que la interacción social sea mucho mayor y que jugar sea más divertido. Es incluso más social que Apalabrados", recalca.

El objetivo es conseguir las seis coronas (quesitos en el juego de mesa) y si al cabo de 25 rondas ninguno lo ha logrado, gana el que tiene un mayor número.