Ane Santesteban anuncia su retirada
La de Errenteria, una de las referentes del ciclismo femenino vasco, dice adiós a una andadura de 17 campañas con la disputa este domingo en Eibar de su última carrera
La brújula del instinto, el pálpito corazón, la luz de la mente y una mirada sincera sobre sí misma, han guiado a Ane Santesteban (Errenteria, 12 de diciembre de 1990) a cabalgar hacia el ocaso, a la puesta de sol de su travesía ciclista que llega a su fin sin cuentas pendientes. Disputará este domingo en Eibar su última carrera.
Vestida con la ropa de calle del Laboral Kutxa-Euskadi, su equipo, la guipuzcoana ofreció una emotiva rueda prensa en un hotel de Elorrio para verbalizar su adiós entre un laberinto de emociones. Las canalizó Ane Santesteban en una carta pública.
Carta abierta
"La del domingo en Eibar será mi última carrera como ciclista profesional. No he ganado muchas carreras, pero he ganado algo más valioso: el respeto, el cariño y el orgullo de haber sido ciclista. Empecé a pedalear con apenas 10 o 11 años, sin saber que aquel primer impulso me llevaría tan lejos. Hoy, con 34, siento que ha llegado el momento de bajarme de la bicicleta profesional.
El próximo domingo, en Eibar, correré mi última carrera. Será el cierre de una etapa que ha sido mucho más que deporte: ha sido mi vida. El ciclismo ha sido mi pasión, mi escuela, mi casa. Y aunque no he llenado vitrinas de trofeos, sí he llenado mi corazón de momentos que no cambiaría por nada.
Me siento profundamente orgullosa de mi trayectoria. No por los resultados, sino por lo que he intentado representar: una forma de estar en el ciclismo que pone en valor el trabajo en equipo, el compromiso, el respeto y la constancia. He querido ser ejemplo para las jóvenes que vienen, mostrarles que hay muchas formas de brillar, y que todas son válidas.
Hoy cierro este ciclo con emoción, gratitud y también con nostalgia. Pero, sobre todo, con la certeza de que el ciclismo me ha dado mucho más de lo que jamás imaginé. Me ha enseñado que no hace falta cruzar la meta en primer lugar para sentir que has ganado. Que lo importante es cómo corres, con quién corres, y qué dejas en el camino.
Quiero agradecer a todos los quipos que han confiado en mí todos estos años: Debabarrena, Bizkaia, Alé, Ceratizit, Jayco y muy en especial a Laboral Kutxa y la Fundación Euskadi por hacer realidad un sueño: el de formar parte de un equipo de casa, de Euskadi, que apuesta por el ciclismo femenino y por abrir caminos a las que vienen detrás.
Me bajo de la bici, sí, pero no me bajo del compromiso con este deporte. Porque el ciclismo no se termina cuando termina la carrera. El ciclismo, como la vida, sigue.
Eskerrik asko por estar aquí hoy. Eskerrik asko por acompañarme en esta última etapa. Ha sido un viaje épico. Y lo mejor es que aún quedan muchas rutas por descubrir"
Cierra Santesteban una aventura formidable de 17 campañas, la mitad de la biografía de la guipuzcoana, que toca el último acorde, con el entusiasmo de las primeras veces. La de Errenteria ha pasado por varias estructuras a lo largo de su extensa carrera.
Varias formaciones
Debabarrena (2009-2011), Bizkaia-Durango (2012-2013), Alé Cipollini (2014 y 2016-2018), Team Impa Sottoli (2015), WNT/Ceratizit-WNT (2019-2020), BikeExchange/Team Jayco (2021-2023) y Laboral Kutxa-Euskadi (2024-2025).
Tras su periplo en equipos internacionales, la pasada campaña recaló en el Laboral Kutxa. Amante del ciclismo, no se alejará de su pasión la de Errenteria, que continuará en el universo ciclista.
Toca eso sí, el baile final de una vida a pedales a pesar de que contaba con un año más de contrato en el Laboral Kutxa-Euskadi.
Con la renuncia de Ane Santesteban, al profesionalismo se pierde la sonrisa de una gran competidora que fue el hilo conductor del ciclismo vasco que dejó la emperatriz Joane Somarriba.
La luz de la guipuzcoana iluminó el apagón después del big-bang que fue la vizcaina, retirada en 2006, tras conquistar tres Tours y dos Giros. Somarriba celebró 30 victorias en su palmarés. Prometeo.
Santesteban cuelga la bici y la competición desde la profunda convicción del que se reconoce en otro tiempo y otro lugar. Le espera otra etapa en la carrera de la vida.
En ocasiones una decisión se compone del patchwork de varios motivos, una miscelánea de pensamientos que cosidos desde la sinceridad arropan un cambio vital tras una singladura extraordinaria.
Ane Santesteban escuchó a sus adentros para despedirse de las carreras, de la adrenalina, del estrés, del frenesí, del dolor y la gloria que concede azarosa la carretera.
Se arranca el dorsal la de Errenteria con la sensación imbatible del trabajo bien hecho, con la certeza de que se ha esforzado al máximo. Esa es su mejor victoria. La grandeza no se mide solo en el palmarés.
No habrá más imperdibles para Santesteban después de Eibar. Es importante saber irse, más que saber llegar, porque uno difícilmente conoce cómo irrumpió.
Dejar lo que uno más ama de modo consciente es un acto valiente y generoso que sirve para calibrar la personalidad que trasciende a la figura que perfila a la deportista.
El pasado curso, la guipuzcoana se abrió en canal, como ella misma definió, para dar a conocer los problemas que le impedían rendir a su nivel.
En un acto de generosidad dio a conocer que padecía endometriosis, una afección del aparato reproductor sexual femenino en el que el tejido que recubre el útero crece en la parte exterior de éste provocando dolores en la zona de la pelvis.
“Ha llegado el momento de abrirme en canal y contaros todo. Al principio pensé en no hacerlo, por vergüenza a hablar sobre salud femenina (hormonas, ovarios...). Pero ahora he decidido hacerlo para ‘normalizar’, dar visibilidad y, sobre todo, por si puedo ayudar a otras mujeres” dijo entonces.
Su testimonio público facilitó la comprensión de la dolencia y la certeza de que la presión que más sufre una deportista, parte, en gran medida de ella misma. El bajo rendimiento de Ane Santesteteban tenía una causa. Su adiós es un cúmulo de ellas que han confluido en la convicción de apartarse a un lado.
Campeona estatal en 2013
Campeona de España en 2013 y Top-10 en la general del Giro y del Tour de Francia, solo una caída privó a la guipuzcoana de conquistar el estatal de ruta este curso.
Santesteban fue una de las ciclistas que formó en la selección española en los Mundiales de Kigali, su última gran aparición en un escenario central donde contribuyó al éxito de Mavi García, bronce en la cita africana. Ambas ciclistas son grandes amigas.
Santesteban seguía siendo competitiva. Por eso, la determinación de despedirse le honra aún más. Plenamente vigente, la guipuzcoana cierra su etapa profesional. Ane Santesteban apaga su eterna sonrisa.