Oscar Onley y la nueva ola británica

Conviene apuntar y subrayar con fluorescente el nombre de este escalador de solo 21 años cuya carrera, pese a los últimos incidentes, apunta muy alto. Así, acudimos al autobús del DSM para interesarnos por Onley y también por el contexto competitivo en el que ha crecido, el de una sobresaliente generación de corredores británicos que poco a poco asoman en el primerísimo nivel. “Recuerdo perfectamente aquellas tardes de verano, cuando era niño, viendo por televisión a Cavendish o a Wiggins en el Tour de Francia. Creo que muchos jóvenes locales nos inspiramos en aquellas victorias y en las posteriores del Team Sky, con Chris Froome, para empezar a practicar ciclismo”. Transcurrida ya una década desde entonces, los primeros productos de aquel boom ciclista en las islas comienzan a asomar en el máximo nivel.

Expectante

Oscar Onley estima que este fenómeno también caló en su día en chavales algo mayores que él, y mira ahora con curiosidad a los resultados que estos puedan cosechar. “Han alcanzado la élite corredores británicos que nacieron un par de años antes que yo. Quiero ver qué consiguen y si también será posible, para los que vamos llegando, lograr grandes victorias en un futuro”. Sin citar nombres propios, el ciclista escocés del DSM se refiere a promesas (algunas ya realidades) como los hermanos Ethan y Leo Hayter (INEOS), Ben Tulett o Thomas Gloag (ambos del Visma). Por detrás en la parrilla de salida aguardan bien encaminados ciclistas algo más jóvenes como el propio Onley, su compañero Max Poole, Lukas Nerurkar (EF Education) o Finlay Pickering (Bahrain). El tiempo dirá...

De momento, marca el paso el presente de una Itzulia que Oscar encaraba con buenas sensaciones. “Es cierto que llevaba mucho tiempo sin competir. Me rompí la clavícula a finales de enero en Australia y no reaparecí hasta dos meses después, este sábado en Estella”, indica Onley, quien en el Gran Premio Indurain subió al podio como tercer clasificado tras McNulty y Van Gils. “Siempre tienes esa incógnita. No sabes cómo te ha podido afectar la inactividad de cara a la competición. Pero no me sorprendió el resultado que conseguí. Había entrenando duro en la altitud del Teide, en las islas Canarias, y sabía que venía en forma”. La clásica navarra de hace seis días animó al ciclista escocés para intentar estar lo más cerca posible de los grandes favoritos esta semana. Sin embargo, la caída del martes, aun sin consecuencias graves, obligó a cambiar la hoja de ruta.

Ahora Onley va día a día, buscando la manera de explotar sus cualidades cuesta arriba para intentar un triunfo de etapa. “Aquí el nivel en el pelotón es altísimo. Soy consciente de que lo voy a tener difícil, pero...”. La citada victoria del escocés en Willunga Hill se produjo ante una competencia menor, dicho sea con todos los respetos. Así, hoy en Amorebieta y mañana en Eibar tratará de optar al triunfo más prestigioso de su aún corta carrera. Para ello espera contar con el aliento de la afición euskaldun. “Esta es mi primera vez aquí, pero vine habiendo escuchado historias del pasado y en las primeras etapas ya he comprobado cómo se vive el ciclismo en el País Vasco”. Apunten. Oscar Onley. Maillot blanquiazul y naranja. Dorsal 155.