El Euskaltel-Euskadi, de concentración estos días en Elgoibar a modo de primera toma de contacto para encarar el nuevo curso, esprinta hacia 2024 con la idea de seguir creciendo en el futuro.

Esa es la tarea que han encomendado a Aitor Galdos desde La Fundación Euskadi. El exciclista ermuarra será el mánager del equipo naranja y presidirá el Patronato de la institución tras el proceso de reflexión abierto desde la salida de Jesús Ezkurdia del equipo ciclista y del gobierno de la estructura.

Entienden los agentes implicados en la reformulación de La Fundación Euskadi que Galdos es la persona idónea para llevar a cabo la tarea de relanzar al Euskaltel-Euskadi en este proceso.

Conocedor de la casa y después de trazar el exitoso rumbo del Laboral Kutxa femenino y de la formación amateur, su desafío es reactivar al Euskaltel-Euskadi para llevarlo a otra dimensión.

En paralelo, La Fundación Euskadi debe servir de vanguardia del ciclismo vasco, según sus promotores. Se han fijado dos ejes fundamentales en la línea de trabajo de La Fundación Euskadi.

Dos objetivos nítidos

Se trata de dos objetivos nítidos y prioritarios que deben servir para dibujar la nueva andadura de la entidad y de sus equipos, con la lupa puesta sobre el Euskaltel-Euskadi. En ese escenario se quiere impulsar el Euskaltel-Euskadi en todos los ámbitos, no sólo en el estrictamente competitivo, siguiendo la exitosa huella del Laboral Kutxa femenino, una estructura en claro proceso de expansión, con un patrocinio asegurado hasta 2029 y cada vez con un mayor peso deportivo.

Consideran desde La Fundación Euskadi que ese es el camino a seguir. De alguna manera, con sus particularidades, la idea fuerza es replicar ese modelo para dotar de mayor ambición y confianza al Euskaltel-Euskadi. El reto no es sencillo, pero fijar un objetivo es prioritario para iniciar el camino.

El Euskaltel-Euskadi quiere recuperar su ascendente como primera opción para los ciclistas vascos, algo que no sucede en la actualidad por distintos factores, no sólo deportivos o meramente pecuniarios. En La Fundación Euskadi buscan que a igualdad de condiciones, la elección natural sea la del Euskaltel-Euskadi.

Para eso se necesita recuperar un proyecto deportivo muy bien definido, atractivo y con impacto en el calendario además de lograr un respaldo económico que conceda unos plazos razonables para trabajar con serenidad a medio y largo plazo.

Esa es otra de las tareas básicas, lograr un vínculo más duradero con los patrocinadores. Asegurar el proyecto en lo económico, como sucede con el Laboral Kutxa femenino, se antoja vital.

Recuperar la grandeza

La Fundación Euskadi desea restablecer el atractivo y la capacidad tractora de la formación vasca para el futuro. No se trata de correr el Tour de inmediato, pero sí de tener las opciones de hacerlo y estar en las mejores carreras del calendario.

Con el Laboral Kutxa y el equipo aficionado a velocidad de crucero, Galdos es el elegido para fijar la hoja de ruta del buque insignia: el Euskaltel-Euskadi.

El exciclista vizcaino, junto a su equipo de colaboradores más cercanos, ha sido el ideólogo principal del crecimiento del equipo femenino, capaz de retener el talento del equipo, de atraer a ciclistas y de ser una alternativa a otras formaciones de mayor categoría. Por otro lado, la atención se fija en la reestructuración de la Fundación Euskadi como nave nodriza del ciclismo vasco.

Para lograr esos hitos, las voces consultadas sugieren que es imprescindible contar con un Patronato más fuerte, con mayor peso en la toma de decisiones estratégicas y una organización más profesionalizada y mejor departamentada en la que se contaría con profesionales de distintos ámbitos para robustecer el andamiaje que sostiene La Fundación Euskadi, que entienden debe salir potenciada tras el proceso de discusiones, debate y reorganización en la que está inmersa durante estas semanas.

Mejor engranaje

El proceso se ha acelerado en las últimas fechas y se pretende que La Fundación Euskadi esté plenamente operativa con las nuevas directrices a mediados de diciembre para encarar el futuro con ambición.

En ese nuevo contexto, se quiere establecer una mentalidad más profesional con distintos departamentos que se organizarán a modo de una empresa, para que todos los engranajes funcionen en una dirección fijada desde el gobierno de La Fundación Euskadi. 

El Patronato, que contará con más miembros para tener una visión más exacta y enriquecida con distintas miradas, será el cerebro que bombee los impulsos a los distintos departamentos para configurar un todo único a través de las sinergias de las diferentes áreas.

La gobernanza, a su vez, se verá reforzada con la incorporación de más miembros que sirvan para tejer una organización más fuerte, eficaz y mejor fiscalizada. En ese aspecto, para el día a día se espera la creación de un modelo que responda a los retos que se plantean en el ciclismo del futuro para mejorar la organización y que esta sea sostenible en el futuro.