Tadej Pogacar (UAE Emirates) escribió una nueva página en su meteórica carrera tras ganar la 87 edición de la Flecha Valona, disputada con un recorrido de 194,3 km entre Herve y el Muro de Huy. El esloveno llevó a cabo un cambio de ritmo brutal a 100 metros de meta que dejó en la cuneta a sus contrincantes para parar su crono en 4:27,53 y, de paso, cerrar su Tríptico de Las Ardenas tras sus éxitos en la Lieja 2021 y la Amstel Gold Race del pasado fin de semana. Pogacar fue muy superior. Extremadamente sobrado. Así que poco o nada pudieron hacer Mattias Skjelmose (Trek) y Mikel Landa (Bahrain Victorious), segundo y tercero, para arrebatarle el trono.

Con todo, mención especial requiere el corredor de Murgia, que sigue alargando su mejor inicio de temporada. El ciclista vasco llegaba a la Flecha Valona tras mostrar un excelente nivel en la Itzulia, donde obtuvo un gran segundo puesto en la general y mantuvo una increíble lucha con Jonas Vingegaard (Jumbo), a la postre vencedor. Sin embargo, Landa aterrizó en el Macizo de las Ardenas recién superado un resfriado que pudo mermar sus condiciones. A pesar de ello, el murgiarra volvió a estar en el podio, emulando lo que ya consiguieron Igor Astarloa y Aitor Osa en la edición de esta carrera en 2003, cuando fueron primero y segundo respectivamente.

"Soy el segundo de los mortales"

"Estoy muy contento honestamente, después de la Itzulia me sentía un poco enfermo. Si hubiera estado bien a lo mejor podría haber sido segundo, pero ganar a Pogacar es imposible. Estoy contento con el tercer puesto, soy el segundo de los mortales porque Pogacar es buenísimo y está a otro nivel. Es imposible ganarle", dijo Landa tras bajar del podio. Ahora, el ciclista de Murgia pone la mirada en la Lieja-Bastoña-Lieja del próximo domingo: "El final de esta carrera ha sido dura, pero he tenido lo suficientemente fuertes y el equipo ha estado conmigo. Este tercer puesto me da un extra de confianza para la siguiente prueba".