La Diputación Foral de Bizkaia estudia si el confinamiento de todas las aves de corral que se crían al aire libre decretado por el Gobierno español para frenar la expansión de la gripe aviar es de obligado cumplimiento también en el territorio o podría haber alguna excepcionalidad a la que se pueda acoger el sector. La medida ha sido calificada de "prematura y excesiva" por la responsable de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa, quien ha alertado de la "preocupación evidente" que ha generado entre las 1.400 explotaciones del territorio.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha ordenado el confinamiento en todas las explotaciones de aves de corral que se crían al aire libre para la prevención y control del contagio por gripe aviar. En una orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que ha entrado en vigor este jueves, el Gobierno espñol ha establecido el confinamiento de las granjas avícolas al aire libre en cualquiera de los métodos existentes de cría, incluidas las explotaciones ecológicas y las de autoconsumo o las que produzcan huevos o carne para su venta directa al consumidor final.
Tras la reunión que las tres diputaciones mantuvieron ayer miércoles con representantes del sector campero del huevo en Euskadi -Euskaber, Lumagorri y Ovo 12- para abordar el impacto de las restricciones por la gripe aviar, Atutxa se ha reafirmado en considerar la medida como "prematura y tal vez excesivas", teniendo en cuenta que desde Bizkaia se lleva a cabo ya un seguimiento y vigilancia "intensa" de la situación, "más intensiva si cabe en los últimos tiempos", con más 500 análisis realizados en los últimos dos años. Y que, pese a los positivos que sí se han detectado principalmente en gaviotas, en localidades costeras como Santurtzi, Portugalete o Gorliz, no ha habido ningún caso en gallinas en Euskadi.
Preocupación en el sector
La diputada foral ha advertido de que la preocupación es "evidente" en el sector, por el que se ha apostado firmemente en Bizkaia y desde las instituciones, ya que es el que garantiza un mayor bienestar animal al criar las gallinas al aire libre. "La medida establece el confinamiento para evitar que algún ave silvestre contagiada entren en contacto con las gallinas que están al aire libre", un riesgo que es mayor, si cabe, en Euskadi, al ser una zona de migración de aves. "Cuando hemos tenido que tomar medidas en las explotaciones, lo hemos hecho, y han sido medidas que han resultado efectivas", ha recordado.
Sin embargo, confinar dentro de un espacio a gallinas que están acostumbradas a vivir al aire libre les genera una situación de estrés, lo que provoca que se ataquen y se hagan daño entre ellas y se reduzca la producción. "Ello tiene una afección directa en la rentabilidad de las explotaciones", ha reconocido.
Atutxa ha explicado que el departamento está estudiando el decreto para conocer sus detalles, así como las excepciones que recoge, por ejemplo, en el caso de que el espacio abierto en el que se encuentran las gallinas esté rodeado por una red, lo que impediría que un ave silvestre se acercara a la explotación. "Vamos a analizar lo que dice exactamente el decreto para ver si tiene una obligatoriedad concreta o no".
Además, ha subrayado que no descartan tener que adoptar medidas más restrictivas, "si la situación se agrava. Somos la Administración más cercana a la actividad ganadera y conocemos bien el territorio como para aconsejar y tomar las medidas oportunas aquí, sin necesidad de que desde el Ministerio nos impongan cómo actuar".
"Tranquilidad" al consumidor
Finalmente, la diputada foral ha querido enviar un mensaje de "tranquilidad" a los consumidores, ya que esta enfermedad no supone "ningún riesgo" a la hora de consumir huevos o carne de pollo de granjas. "Sus responsables están haciendo su labor de bioseguridad en todas las explotaciones. Ellos son los primeros afectados y comprometidos a salvaguardar la sanidad de sus caseríos", ha enfatizado.