Contador agarra el rosa en el Giro de Italia
El madrileño subraya la dura pugna entre él, Aru y Porte en el Abetone, donde vence polanc y se luce landa
bilbao - Fue el de Alberto Contador en Abetone, primer final en alto del Giro, la crónica de un ataque anunciado. Lo gritó a los cuatro vientos en el Casino de San Remo, días atrás, antes incluso de que la carrera italiana se pusiera en marcha. “Correré al ataque”. No tardó el madrileño en cumplir con la profecía después de la ofensiva coral del Astana camino de La Spezia. Ayer, el asunto, con Abetone, la montaña que eleva una frondosa frontera entre la Toscana y la provincia de Módena al fondo, se redujo. Esgrima. Nada de caballería. Abetone comprimió el Giro. Lo dejó en un trío. Billar a tres bandas: Contador (Tinkoff), Aru (Astana) y Porte (Sky). Esa es la radiografía. Una conversación en petit comité en la que Urán, diezmado su equipo, parece no tener diálogo en la obra. Se quedó mudo el colombiano, que perdió pie también en las rampas del puerto italiano, largo y tendido, más propio de la orografía del Tour. Esa era la única semejanza porque el Giro se corre entre trincheras. En una de ellas se parapetó el escueto Jan Polanc (Lampre) para triunfar. Perfil de hilo el suyo, peso pluma, el joven esloveno remató extasiado una fuga de 140 kilómetros compartida con Domont (Ag2r), Tvetcov (Androni), Dillier (BMC) y Chavanel (IAM) a los que arrancó la esperanza en las rampas que dibujaban el Abetone, una montaña de 1.400 metros de altura.
Allí, en el mismo escenario, después de las maniobras de aproximación de Astana y Tinkoff, corriendo en paralelo, Contador, un pistolero, fue el primero en desenfundar el revólver en la mole de los abetos a cuatro kilómetros de la cumbre “Mi ataque no estaba planeado. Estaba ahí, miré a otros corredores, no me sentí muy bien, muy bien, pero veces es difícil para mí estar en el pelotón, y lo intenté”. Es de gatillo fácil el madrileño. Disparó con bala. Nada de fogueo. Su estruendo, largo, sostenido, elevados los decibelios, convocó inmediatamente a Fabio Aru, de natural impaciente, joven y eléctrico, y a Richie Porte, que a pecho descubierto, -el maillot se le abre por el esfuerzo-, no le quitaba ojo a Contador. Los poderosos muelles del madrileño, de pie, los hombros en alto, firmes, exigieron lo mejor de Aru y Porte, apretados los dientes para no darle más palique del necesario a Contador, que apenas necesita una migas para encenderse. Agrupados los tres, Aru, valiente, incontenible, también se afiló. Estiró el chicle el italiano. Contador y Porte le redujeron. El australiano, maravillado con el baile sin orquesta, también se alistó a la escaramuza. Marcó territorio. Los tres se cruzaron las miradas, se midieron en las distancias cortas. Púgiles en el pesaje. Pacto de no agresión.
landa y el trío Encadenados, se les unió Mikel Landa, fantástico una vez más el alavés, repleto de ambición. El murgiarra, que antes de acomodarse en la mesa de tres se había mostrado para encimar a Pirazzi y estuvo muy activo la etapa anterior, continuó con su tajo en favor de Aru. Landa era el guía. La linterna del alavés daba luz a la ascensión de los favoritos. En la sombra se quedó Rigoberto Urán, que penó en Biassa y en Abetone, aunque supo minimizar el golpe. El directo, en cambio, mandó a la lona a Simon Clarke (Orica) al que la zamarra rosa le duró un día. Jon Izagirre, con mejor cara, también se iluminó, al igual que Igor Antón, más firme que la víspera. No así Intxausti. Fundido a negro.
De colores era el mundo de Jan Polanc, excelente su ascensión en solitario. Convencido, dejó que Chavanel, el más reputado, madurara con varias intentonas, al igual que Dillier, a los que les faltó resuello. A ambos les noqueó Polanc con un pedaleo constante y feliz que le llevó a la dicha. También estaba satisfecho en la cumbre Contador, que llegó de la mano de Aru, Porte y, un instante después, Landa. “Creo que es un buen resultado, Urán se quedó, también otros corredores. Aru y Richie están muy fuertes, pero creo que es una buena situación”. El madrileño ve ahora el Giro desde la atalaya rosa, elevado por una renta de dos segundos sobre Aru y 20 respecto a Porte. A la espera de Milán, agarró el rosa en Abetone.
1. Jan Polanc (Lampre)4h09:18
2. Sylvain Chavanel (IAM)a 1:31
3. Fabio Aru (Astana)m.t.
4. Alberto Contador (Tinkoff)m.t.
5. Richie Porte (Sky) m.t.
6. Mikel Landa (Astana)a 1:44
7. Dario Cataldo (Astana)a 1:53
8. Yury Trofimov (Katusha)m.t.
19. Jon Izagirre (Movistar)a 2:06
30. Igor Antón ( Movistar) a 2:57
1. Alberto Contador (Tinkoff) 16h05:54
2. Fabio Aru (Astana)a 2’’
3. Richie Porte (Sky)a 20’’
4. Roman Kreuziger (Tinkoff)a 22’’
5. Dario Cataldo (Astana)a 28’’
8. Mikel Landa (Astana) a 1:01
27. Jon Izagirre (Movistar)a 4:49
29. Mikel Nieve (Sky)a 6:01
34. Igor Antón (Movistar)a 14:52
41. Beñat Intxausti (Movistar)a 18:10