GASTEIZ. Mikel Landa, de 25 años, afronta su segunda participación en el Giro de Italiana con la responsabilidad de estar pendiente de su jefe de filas, que aspira a hacerse con el maillot rosa final en Milán.

El papel de Landa irá creciendo en importancia a medida que se vayan acercando las etapas montañosas en las que será el encargado de ofrecer siempre el relevo y su esfuerzo en beneficio de Fabio Aru.

Mikel Landa llega en uno de sus mejores años por los resultados que ha logrado hasta la fecha.

A pesar del contratiempo invernal de un virus que le retrasó la preparación, el estado de forma ha ido a más, como ha demostrado con el espectacular triunfo en la etapa con final en Aia en la Vuelta al País Vasco.

Después corroboró su buen estado de forma en el Giro del Trentino en el que terminó en el segundo puesto de la general y logró dos segundos puestos en las etapas de perfil más escarpado.