A través de los cristales tostados, tornasolados, que refugian la mirada del sol de mayo, el que irrumpe en el Giro, habla Gianni Bugno, mito italiano, que fue rosa de principio a fin, como antes lo fueron Merckx o Binda, sobre el redoble de Alberto Contador, al que señala entre todos como el máximo favorito a lucir la maglia rosa en Milán por su calidad y su experiencia. “Porque ha ganado más que el resto”. El granero de triunfos de Contador es un almacén rebosante. Eso pesa un quintal cuando se trata de derrotar al Giro: bello, salvaje y pasional. Calcula Bugno en La Stampa que el currículum dorado de Contador, que pretende seguir engordando con la carrera rosa, multiplica sus opciones ante sus rivales: Richie Porte (Sky), impresionante su primavera -ganador de la París-Niza, de la Volta a Catalunya y el Giro del Trentino-; Rigoberto Urán, (Etixx) segundo en las dos pasadas ediciones del Giro; o Fabio Aru (Astana), tercero en 2014, el joven en el que cree la Italia ciclista vieja y sabia, que bien sabe que más allá de recorridos y rivales, las carreras de tres semanas son, sobre todo, un asunto matemático: de cálculo, de sumas y restas.

En la búsqueda de ese complejo equilibrio que arroje un saldo positivo gravita el madrileño, que si bien mira con lupa el Giro -“llego en buena forma y estoy contento con ello”, explica Contador-, no oculta que emplea el catalejo para apuntar sin miramientos a julio, al Tour, el Santo Grial que persigue. Ahí, en el futuro, puede estar la llave de paso del presente, la kryptonita que debilite al madrileño, el flanco que le convierta en vulnerable. “Evidentemente no estoy al mismo nivel que tenía en el inicio del pasado Tour, estoy un poco por debajo. De todas maneras hay que tener en cuenta que si estuviera al mismo nivel de entonces sería difícil mantener la buena forma hasta el Tour”, apunta el líder del Tinkoff. Lo que dice Alberto Contador lo piensa Gianni Bugno, que observa el tablero con la visión de un consumado estratega. “Habrá que ver si Contador está centrado realmente en el Tour. Si eso es así, es posible que no esté en su mejor estado de forma en los primero días y eso puede hacerle vulnerable en la primera semana”. El campeón italiano ve en ese grieta un punto por el que el resto de candidatos pueden hacer palanca siempre que ataquen conjuntamente a Contador porque este, en el vis a vis, es más fuerte que el resto, según Bugno.

peligrosa primera semana Sucede que el Giro arranca con un reparto coral, una contrarreloj por equipos de 17 kilómetros, una modalidad que tiende a dejar víctimas, daños colaterales. El reciente Tour de Romandía, que levantó el telón con la misma fórmula, retrató esa realidad. Un mal día del equipo puede arruinar las opciones de los líderes. El tiempo de todos es el de uno y eso suele provocar más de un desvelo. Advierte de eso Contador. Si eso ocurre, recuperar el tiempo se convierte en un trabajo áspero, duro y complejo que exige correr al asalto, un patronaje que no conviene al madrileño, no al menos de salida. “Hay que ser selectivo y, de alguna manera, oportunista. Se tiene que correr con mucha cabeza. No hay que darlo todo, pero sí lo suficiente para sacar ventaja y después administrarla”, exponía Marino Lejarreta a DEIA cuando se le preguntó sobre el método que debía seguir Contador para retar al Giro y después al Tour, un doblete que pertenece a los 90. Indurain (1992 y 1993) y Pantani (1998) son los últimos en lograr suturar ambas carreras . “No puede coger la responsabilidad de la carrera en cuanto se le ponga a tiro. Hay que saber medir, ser muy inteligente, saber esperar. Ser paciente para no dar una pedalada de más y tampoco una de menos. No puede malgastar fuerzas”, indicaba Iñigo Cuesta cuando opinó sobre la aventura del doblete.

“En cualquier caso, hay que esperar a la carrera para saber cómo estoy en comparación con mis rivales”, dictamina Alberto Contador. Son los ciclistas y no los perfiles los que determinan el sistema nervioso de una carrera, sostiene Bugno. “Los ciclistas hacen las carreras, no las cimas. A menudo en las cumbres más duras no suceden muchas cosas porque cada uno hace lo que puede y no se hacen grandes huecos. Sin embargo, en montañas más pedaleables, ocurren más cosas”. Para el italiano, Abetone, la cumbre que asoma el quinto día de carrera puede ser un buen lugar para que se agite el Giro. “Puede ser más decisivo que el Mortirolo. En Abetone se verá quién esta preparado par luchar por la maglia rosa”. Para Contador, el Abetone tal vez sirva para filtrar pero no será tan decisivo como el Mortirolo. “Creo que la llave del Giro estará en el Mortirolo. Para mí es la etapa reina, con Aprica, Tonale, Mortirolo y otra vez Aprica, que no es el final más duro, pero el Mortirolo es una subida que marca la etapa”, advierte en Marca. Llega Contador al Giro después de una concentración de tres semanas en el Teide, su refugio para entrenar en altitud, después de disputar la Volta a Catalunya. De eso hace cuarenta días. En los aledaños del volcán, Contador sumó muchos kilómetros de desnivel, incluso más de los que se encontrará en el Giro.

a por una etapa En alguno de ellos quiere posarse Mikel Landa (Astana), segundo en el Giro al Trentino, al que le atrae la ascensión a Abetone y la etapa que desemboca en Aprica, probablemente la etapa reina de una ronda en la que Beñat Intxausti y Jon Izagirre compartirán liderato en el Movistar, en el que también estará Igor Antón, reclutado a última hora tras conquistar la Vuelta a Asturias. Todos ellos no ocultan su deseo de hacerse con una etapa, si bien Izagirre no descarta una buena general. “Un top ten estará muy bien”, asiente Jon, fenomenales sus prestaciones en la Vuelta al País Vasco que concluyó en tercer lugar. Intxausti, tercero en la Vuelta a Andalucía, apuesta, sin embargo, “por ganar una etapa, como hace dos años. Me gustaría volver a repetir una victoria de etapa en el Giro”. Intxausti, que pretende afianzarse, al menos es lo que espera de él Eusebio Unzué, manager general de Movistar, estima que para la corona del Giro hay dos ciclistas por encima del resto, Contador y Porte. “Contador porque es Contador y quiere ganar y Porte, por la temporada que lleva, es el más en forma llega y mejores victorias tiene”, dice Intxausti a un día de que comience un ejercicio de cálculo de tres semanas. El ábaco de Contador.