bilbao - “Después de la Vuelta al País Vasco sacaré las conclusiones las sobre mi estado de forma de cara al Giro, mi gran objetivo de la temporada”, determina Beñat Intxausti, (Amorebieta, 20 de marzo de 1986) gregario de lujo para Nairo Quintana, ganador de la carrera en 2013 y máximo favorito para repetir título en la edición que se enciende el lunes en Bilbao.

¿Cómo afronta la Vuelta al País Vasco?

-La Vuelta al País Vasco es un test para mí, es un paso importante de cara al Giro. Siempre me ha gustado hacerla muy bien y, obviamente, sí la tengo marcada, pero en esta ocasión no la tengo como un objetivo propiamente dicho.

Vamos, que no mira al podio.

-Este año no estoy pensando en el podio, mi cabeza está más centrada en el Giro, para el que me quedan seis semanas, pero no niego que la Vuelta al País Vasco es un paso importante, el último, de cara al Giro. Quiero estar bien en País Vasco, pero es difícil que esté en el podio. Esta carrera es parte de la preparación de cara al Giro. Pero me gustaría estar lo más adelante posible en la carrera de casa.

¿Cómo llega después de abandonar en París-Niza?

-Llego bien. Afortunadamente el virus que tuve se me pasó. Estoy curado. Sí es cierto que he tenido un parón después de Andalucía, donde estuve muy bien (fue tercero tras Froome y Contador), y me trastocó un poco los planes. He competido poco, pero estoy curado, he entrenado bien y estoy tranquilo. Para mí es una carrera más, es en casa y eso le pone algo más de presión, pero hay que tomárselo con tranquilidad y calma.

¿Considera que el hecho de haber podido competir tan poco le puede influir a la hora de rendir en esta carrera?

-Bueno, ni para bien ni para mal. Ya he demostrado que con pocos días de competición puedo ser competitivo como en Andalucía, así que no me preocupa el hecho de haber competido menos o más. En Andalucía tuve muy bien ritmo. Al final lo que influye son los entrenamientos y la calidad de los mismos. En ese aspecto estoy muy bien. No me preocupa el hecho de hacer el 15 o el 12, solo quiero estar ahí delante, sobre todo sabiendo que es la última carrera de cara al Giro.

Deduzco de sus palabras que acude a la carrera con el propósito de hacerlo bien pero sin una presión extra.

-Sí. Es una carrera más, hay que tomárselo con tranquilidad. Quedan seis semanas para mi gran objetivo que es el Giro. Pero evidentemente tengo ambición, ilusión y ganas para hacerlo lo mejor posible.

Dice que no disputará la general en la carrera de casa, pero supongo que no renuncia a ganar una etapa.

-Ojalá. Sería bonito poder ganar una etapa si surge la oportunidad, pero lo primero es trabajar para Nairo Quintana.

Movistar presenta un equipazo para la Vuelta al País Vasco y una apuesta inequívoca por Nairo Quintana.

-Sí y lo es por muchos motivos. Él está demostrando que está muy bien en estos momentos. En la Tirreno-Adriático demostró su nivel ante los mejores corredores. Además Nairo ha ganado esta carrera, la conoce muy bien. El resto de compañeros vamos a estar a su plena disposición. Con respeto máximo hacia el resto, pero tenemos confianza y vamos a por la txapela con él.

El plan A es muy nítido, pero ¿tienen ustedes una alternativa?

-Es mejor tener un plan B que solamente tener un plan A, aunque nosotros tenemos un plan A muy sólido. En caso de que no salga bien, está el plan B, en el que Izaguirre o yo mismo podemos ser una segunda opción. Siempre es bueno tener varias opciones, pero tenemos una bala ganadora con Nairo Quintana.

Dígame, ¿por qué confían tanto en Nairo Quintana?

-Nairo es una persona que ha nacido con un don para andar encima de la bicicleta. Tiene muchísima facilidad para la bicicleta, sobre todo para las escaladas. Cuanto más duro y más largo el puerto, mejor le viene bien. Además tiene una cabeza perfecta para correr: por madurez, inteligencia y saber estar. Una cabeza que pocas personas pueden llegar a tener y eso hace que marque la diferencia. En el Terminillo se vio quién es Nairo. Arrancar a falta de cinco kilómetros y sacar un minuto de ventaja en un puerto de primera, de categoría especial, a corredores como Contador, Urán... Eso quiere decir que está un punto o dos por encima del resto y eso infunde mucho respeto al resto y mucha carga a la vez, para el equipo. Sabemos lo que hay y Nairo es un corredor que no se esconde. Hay que trabajar bien.

¿Cómo se ve usted, que logró un podio en esta misma carrera, en el papel de ayudante?

-No tengo ningún problema. Tengo muy clara cuál es mi función: ayudar a Nairo en todo lo que pueda. Creo en los puertos puedo hacer un gran papel para él. Pienso que soy capaz de hacer una gran labor de gregario por el conocimiento del recorrido, de los altos...

¿Es muy diferente el rol cuando uno va de líder a cuando acude como gregario?

-Sí, obviamente. Cambia el tema de la presión. Es más pesado, por el tema de la responsabilidad, ir de líder a una carrera. Además en un equipo como el Movistar, donde la exigencia es muy alta, siempre hay que dar el máximo. En definitiva se trata de una distinta manera de trabajar.

Ayer estuvieron entrenando en Zumarraga, donde finaliza la tercera etapa. ¿Qué le parece el trazado de la prueba?

-Este año han rizado el rizo. Cada día han puesto una pequeña encerrona, una pequeña emboscada. Desde la etapa de Bilbao, la primera, hasta el último día es un sube y baja sin apenas descanso. Creo que eso va a marcar de cara a la crono del último día. La fatiga se notará para el último día porque hablamos de una carrera muy exigente.

¿Cuáles considera que son los puntos claves de la carrera?

-En la Vuelta al País Vasco cuenta el día a día. El primer día, el del Vivero será un día caliente. Sabemos que las carreteras aquí son muy complicadas: estrechas, cruces, curvas, bajadas, pueblos... Hay que estar atento desde salida hasta meta, todo el día y todos los días. No te puedes descuidar.

¿Será la crono definitiva o la carrera se decidirá antes?

-Yo siempre he dicho que la Vuelta al País Vasco se gana día a día: del primero al último. Probablemente la carrera se decidirá en la crono, pero hay que llegar hasta allí. Nuestra idea es llegar a ese día con ventaja o habiendo perdido el menor tiempo posible, más teniendo en cuenta que hay corredores más fuertes de cara a la crono como Kwiatkowski. Hay que llegar a ese sábado, a la crono de Orio, con opciones o con ventaja y para eso hay que hacerlo bien día a día.

¿Quiénes serán los principales rivales de Quintana?

-Hay muchos: Kwiatkwoski, Rui Costa, Bauke Mollema, Samuel Sánchez, del que no se habla mucho pero que es un ciclista que lo hace muy bien en esta carrera, y Purito Rodríguez. A Purito le viene muy bien el recorrido de este año, le pondría de favorito junto a Nairo Quintana. La crono es muy dura, con subidas, y eso le bien muy bien. Purito puedo ser el gran rival e incluso el favorito número uno.

¿Qué tipo de carrera espera?

-La nuestra está clara desde el primer día: tenemos el favorito número uno de la Vuelta y llevaremos el peso de la carrera desde la primera etapa. No podemos despistarnos ni un solo día, ni a nivel individual ni a nivel de equipo.

Ha tenido un buen comienzo de curso. Fue tercero en la Vuelta a Andalucía. En ese sentido le reconfortará la sensación de sentirse bien tras un año gris como el anterior.

-Después del año pasado tocaba ponerse las pilas y hacerlo lo mejor posible. Es verdad que este año estoy mejor. Pero falta mucha temporada y habrá que ver cómo se desarrolla. A ver si podemos rematar un buen año.

Tiene 29 años. Entra en la madurez como ciclista. Siempre ha habido muchas expectativas puestas sobre usted. ¿Considera que es hora de dar otro paso adelante, de ser mejor corredor?

-Hace dos años di un paso adelante muy importante. Sin embargo, el año pasado cambié el calendario, la planificación, y no acerté. No puede mejorar y evolucionar cómo me hubiera gustado. Así que me idea es seguir creciendo, dar un paso más, con el Giro en mente. Es una carrera que me gusta, en la que me siento bien. A ver si despego totalmente.

¿En el Giro será usted jefe de filas?

-Sí, cambiaré de rol. Miraré la general, estar delante. Es una carrera de supervivencia. Acudiré a ella con ambición y ganas, pero con otra forma de trabajar en carrera respecto a la Vuelta al País Vasco.