Córcega. El grupo nacionalista corso Corsica Libera amenazó ayer con perturbar el desarrollo de la tercera etapa de la prueba, la última que tendrá lugar en la isla, después de que las autoridades no liberaran a los militantes arrestados la víspera por hacer pintadas en la carretera durante el transcurso de la primera etapa de la carrera francesa. En un comunicado, la formación política, que cuenta con cargos electos en la asamblea de Córcega, exigió la liberación de los dos militantes que siguen arrestados desde la noche del pasado sábado, cuando pintaban eslóganes nacionalistas en la carretera cerca de la localidad de Vivario.
Mientras, otros dos miembros de Corsica Libera detenidos en la misma operación fueron puestos en libertad el mismo sábado.
"Si los dos militantes actualmente arrestados no son liberados, el Tour de Francia no pasará", indicó Corsica Libera en un comunicado.
Antes de que la ronda gala aterrizara con toda su infraestructura en la isla mediterránea, el grupo nacionalista se mostró reacio al paso del Tour de Francia por Córcega, que consideró como una de las escapadas de la ronda por "territorios extranjeros". Corsica Libera pidió que la promoción turística que se puede obtener de la difusión internacional del Tour venga acompañada de una política de turismo conjunta que no favorezca el "mercantilismo especulativo". La llegada del Tour a Córcega vino acompañada de un despliegue excepcional de los cuerpos y fuerzas de seguridad, con un millar de gendarmes y antidisturbios suplementarios.
El pelotón, descontento Por otra parte, los ciclistas del Tour quisieron mostrar ayer a los organizadores su descontento con los incidentes que tuvieron lugar la víspera en la primera etapa, en particular el provocado por un autobús que perturbó el final de la jornada. Un grupo de corredores, con el francés Jérôme Pineau como portavoz, se acercó a pedir explicaciones al director de la prueba, Christian Prudhomme, al que según algunos testigos incluso amenazaron con una huelga que, finalmente, no tuvo lugar.