La etapa de ayer transcurrió según el guión previsto. Llegó a meta la escapada, que fue demasiado numerosa gracias al pelotón, que les dejó coger ventaja y solo tiró al final, para guardar los intereses de cada uno.
Hoy habrá muchos fuegos de artificio. Es la traca final de la Vuelta. Christopher Froome y el equipo Sky tendrán que luchar si quieren ganar la prueba. Las bonificaciones pueden jugar un papel muy importante para el devenir final de la carrera y el equipo inglés tratará de controlarlas en todo momento.
Sin duda alguna, las rampas de El Vivero, por las que tendrán que subir en dos ocasiones los supervivientes de la carrera, decidirán el campeón. La primera pasada servirá para reconocer el terreno y, si no hay ninguna sorpresa, la segunda vez que asciendan será cuando se den los ataques. Habrá que ver qué papel juegan en ese momento Froome y Juanjo Cobo.
El Euskaltel-Euskadi seguro que da el do de pecho. La etapa acaba en Bilbao, en casa, cerca de la Diputación y eso seguro que les da un plus de motivación. Hasta el momento no están realizando una buena carrera y seguro que se intentarán colar en alguna escapada y luchar hasta el final por el triunfo de etapa que serviría para redondear el año.
Igor Antón puede ser el nombre propio de la jornada. La carrera pasa por al lado de su casa, además Galdakao está en fiestas y El Fuji intentará pescar en río revuelto. Las dos primeras semanas de competición no han funcionado como él esperaba, pero ya se ha asomado en el Angliru y Peña Cabarga. Si corona El Vivero con una pequeña ventaja puede conseguir la victoria que tanto desea el equipo.