La de influencer es una de las profesiones que se han creado con el auge de las redes sociales. Personas que suben fotos o vídeos a sus redes sociales y a quienes la cantidad de seguidores que consiguen les posibilita vivir de la publicidad de diferentes marcas que se asocian a ellos en busca de favorecerse de su imagen para lograr ventas.
Juntos en un barco
Los influencers se han convertido en unas más de las celebrities tradicionales, junto a presentadores de televisión, artistas o personajes del corazón, y son habituales de todo tipo de eventos y photocalls. También se han popularizado los encuentros entre estos creadores de contenido para que pasen juntos (y suban material a sus redes) en una casa rural, en un parque de atracciones o en un barco.
De estos eventos, obviamente, todo el contenido que se cuelga en sus perfiles suele ser maravilloso, idílico, pero se trata de redes sociales, así que hay que creerse la mitad o menos de lo que ahí se muestra, porque no todo es perfecto. Así se ha podido comprobar en un encuentro de influencers en un lujosísimo yate que no ha acabado como todos esperaban.
Problema de peso
Nada menos que 32 creadores de contenido se juntaron el pasado sábado 3 de mayo para recorrer las playas de Miami (Estados Unidos). Lo hicieron a bordo de un yate de la marca Lamborghini, una edición limitada valorada en unos tres millones y medio de euros, sin ser conscientes de que casi quintuplicaban la capacidad máxima del barco, diseñado para llevar a apenas siete personas en sus escasos 63 pies (19 metros) de longitud.
El paseo comenzó bien, y el yate llevó a los influencers hasta Flagler Memorial Island, una isla artificial que se encuentra a 7 kilómetros de distancia de la playa. Pero ahí, en torno a las cinco de la tarde, comenzaron los problemas. El evidente exceso de peso provocó que los motores se quedaran sin fuerza y que el barco empezara a hundirse sin que se pudiera hacer nada por evitarlo.
Rescate sin víctimas
Obviamente el pánico se instaló entre los jóvenes, que tuvieron que llamar a los servicios de emergencia. La guardia costera, un equipo de bomberos y una patrulla marina de la Policía llegaron en unos minutos a la altura del yate, que ya se encontraba en una posición bastante vertical, y rescataron a los 32 influencers sin que ninguno de ellos resultara herido, a la espera de poder reflotar el barco y llevarlo hasta la costa.