Los premios Bizkaired conceden un galardón honorífico a Mujer S. XXI

FUE emotivo verles zarpar, con toda la flota poniendo proa hacia un porvenir rosado como el revés de un naipe. Les hablo de lo vivido ayer en el Itsasmuseum, el puerto que gobierna Jon Ruigómez. Allí se vivió una tarde emotiva donde se celebró la XV edición de los premios Bizkaired como si fuera una ceremonia íntima dentro de un gran teatro: la economía, la innovación y la responsabilidad social convertidas en personajes que avanzan por la alfombra roja con el sigilo de quien lleva algo frágil entre las manos.

Fueron premios que tienen como objetivo distinguir la labor de direcciones, empresas, empresariado, emprendedores e instituciones del territorio. Fundada en 2007, Bizkaired tiende hoy los cables de conexión de más de 2.500 empresas, lo que es todo un ajuar de príncipes. Igor Vega, Maider Viteri e Ismael Torralba fueron los encargados de que todo fluyese.

Presentó la gala Ewa Murillo y a cada golpe de timón fueron subiendo los tripulantes elegidos para la travesía. En el vestíbulo, antes de que todo comenzara, los invitados parecían náufragos recién llegados a una isla donde se hablaba el idioma del compromiso. Nadie lo decía en voz alta, pero en cada saludo se intuía esa mezcla tan vasca de cercanía y respeto, como si cada apretón de manos guardara una historia de talleres familiares, cooperativas rescatadas y sueños que se resisten a desinflarse.

Uno a uno, los premiados subieron al estrado. Cada discurso era una pequeña confesión laica: historias de empresas que aprendieron a reinventarse después de una tormenta, profesionales que convirtieron la excelencia en costumbre, proyectos sociales que crecieron como huertas cuidadas por manos pacientes.

La orla de los elegidos recoge decisiones singulares. Así, el premio honorífico lo recogió Carmen Miral, presidenta Mujer S. XXI; el de Emprendimiento fue para Aitana Ávila, de La Cocina de Aitxu, y el de innovación para Begas Motor, con Asier Verano al frente. El diploma a la gestión fue para el centro integral de fisioterapia y osteopatía Atlaxis, con Beatriz Amusategui y Juan Santos al aparato, antes de que director gerente de Editorial Iparraguire, Ibon Mujika, entregase el galardón a la trayectoria profesional, ave que se posó en manos de Elena Guede Vázquez. No se detuvo ahí la cascada de las distinciones y el premio internacionalización fue para CIE Automotive, como el de sostenibilidad se detuvo en manos de Viuda de Sainz. El pregón anunció el premio solidario a los voluntarios del comedor San Antonio Iralabarri, donde Toño Pérez es el Hermano al que más se quiere. Y que el premio de integración social fue para Velatia.

Tampoco han de caer en saco roto el premio institucional que recogió Txema Villate en nombre del Colegio de Ingenieros Industriales de Bizkaia, ni el premio especial Bizkaired: que fue para la Sociedad Bilbaina, con su presidente Juan I. Goiria a la cabeza.

Testigos de todo cuanto les he contado fueron, además de los ya citados, Julia Diéguez, Yolanda Aberasturi; el presidente de Zabalgarbi, Mikel Huizi; Jon Bergara e Itxaso Aguirre, de Banco Sabadell; Marcos Muro, y la leyenda José Ángel Iribar y el concejal Kepa Odriozola entre otros. A la nómina hay que sumar a Amaia Goikoetxea, en nombre del Colegio de Periodistas Vascos y Guillermo Miró, emisario de la Cámara de Comercio; sin olvidar al txistulari Mikel Bilbao y al Mago Valen, es decir, a Valentín Moro, que entretuvieron la tarde; a Beatriz Marcos, Teresa Querejazu, José Félix Ruiz, Julio Piñeiro gente de La gota de leche; Lorea Arsitizabal, Itziar Manrique, Encarni Prieto, Irkus Sainz de Murieta, presidente de Ajebask Bizkaia, la patronal de los jóvenes, Laura Abásolo García de Baquedano, directora de Finanzas de Telefónica y alfiler de oro de este año y un sinfín de gente más.